Otra pretemporada

Enrique GarcíaEnrique García
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Otra pretemporada
El parón liguero no ha podido llegar en mejor momento para el Sevilla. Por más que la línea en cuanto a los resultados era ascendente, estas casi dos semanas permitirán al cuerpo técnico tratar con perspectiva los problemas del equipo, que encuentran su germen en el centro del campo. La sucesión de partidos desde el comienzo de la temporada apenas ha dejado tiempo al vasco para adaptar al equipo a los cambios en la sala de máquinas que supusieron las salidas de Medel y Kondogbia, la lesión de Carriço, opción natural para sustituirlos al menos en los primeros partidos, y las llegadas tardías de Iborra y M´Bia.


De lo ensayado en pretemporada en una línea tan sensible como la de la sala de máquinas y del juego exhibido en fases de la preparación no han quedado más que destellos en momentos determinados de algunos partidos. Falta regularidad, control y equilibrio, carencias todas exhibidas antes de la revolución llevada a cabo en el plantel, por lo que no parece lógico achacarlas a la herencia de campañas pasadas.
Un ejemplo es el de Iborra, el más incómodo de los mediocentros que ha probado junto a Rakitic.


Mientras Cristóforo y M´Bia asumen con naturalidad el papel de escuderos del croata, para el valenciano es una situación completamente nueva. Acostumbrado a ser él quien se descuelgue de la medular, ahora tiene que guardar las espaldas y dejar su llegada, una de sus mejores cualidades, para cuando el entrenador decida adelantar unos metros a Rakitic. De momento, el técnico sigue enrocado en utilizarlo como pivote, tiene dos semanas para aclarar si verdaderamente es lo mejor para el equipo.
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