El sevillismo ha recuperado la sonrisa. Y es que hay que ver cuanto cambia el fútbol en dos partidos... No las tenían todas consigo en Nervión después de eliminar al Maribor con un juego discreto. El derbi asomaba en el horizonte. Y aunque ya se había vencido previamente en Vallecas, se exigía más. Emery estaba en boca de todos. Pero esas mismas bocas tienen hoy menos argumentos para criticar al vasco. Su equipo sigue firme en el séptimo puesto y mirando con ilusión al sexto.
Todo ello gracias a tres victorias consecutivas en las que se ha cortado la hemorragia defensiva, con inteligentes planteamientos que han salido a pedir de boca. Si ante la Real anuló el arsenal ofensivo rival para luego matar a la contra, frente al Almería impuso su superioridad sin dar opción al contrario. Al César lo que es del César. Emery llega con el bidón de crédito a tope al derbi. Ahora se juega conservarlo.