Opinión

Una ración extra, un favorito y un tópico muy real

Fernando MateosFernando Mateos
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Una ración extra, un favorito y un tópico muy real
- Fernando Mateos
No quieres caldo, pues toma tres tazas. El derbi es la fiesta del fútbol sevillano, el partido más esperado del año, la cita que desata pasiones... Todas estas afirmaciones son tan tópicas como ciertas. Pero en realidad, basta con conocer un poco el sentimiento con el que béticos y sevillistas afrontan estos duelos para afirmar que a la inmensa mayoría, por el nerviosismo con que lo viven, no les hace ninguna gracia que la Copa pueda deparar una ración extra de derbis. Hasta tres en un mes.

Mañana saldremos de dudas. Y alguno estará rezando hasta entonces. Pero centrados en el esperado y ese sí inevitable choque del sábado, hasta que el balón eche a rodar, la pelota que se pasan de un lado a otro es la del favoritismo. Un cartel que nadie quiere tener colgado al cuello por aquello de la presión. De un lado dirán, y con razón, que el potencial económico sevillista es mayor y que sus ambiciones deportivas, por ende, también son más altas. De otro afirmarán que el factor cancha también hay que tenerlo en cuenta y que las estadísticas nervionenses lejos de casa no invitan precisamente al optimismo. Cada cual busca sus argumentos. Pero tratando de ser asépticos, el Sevilla debe aceptar su rol. Es el que le corresponde ahora. Al contrario que años atrás, cuando Caparrós ´vendía´ los empates como triunfos.

Otra cosa es lo que suceda en la hierba. Y eso en un derbi, por muy tópico que suene, es impredecible.
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