El análisis del Alavés-Sevilla

Se pega un tiro en el pie

Fernando MateosFernando Mateos
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Se pega un tiro en el pie
- Fernando Mateos
Un Sevilla de dos caras sólo pudo empatar, y gracias, en Mendizorroza. De inicio, Sampaoli volvió a cambiar de esquema, entre el 1-4-3-3 y el 1-4-1-4-1, y prescindió de un punta para fortalecer la medular, en ausencia de Nasri, con tres hombres de músculo que actuaban de forma escalonada. Por detrás, Kranevitter guardaba las espaldas de N’Zonzi, aunque el francés tenía que bajar constantemente para sacar el balón y se emparejaba con el argentino, lo que dejaba mucha distancia con Iborra.

Con esa disposición, el Sevilla fue de menos a más. No monopolizaba la posesión, como le gusta a su técnico. Pero en la falta de dominio de uno y otro, que dejaba ver llegadas por ambos bandos, la calidad y la pegada nervionense se imponían con el gol de Ben Yedder. Un tanto que trajo tranquilidad y mayor control y que originó un gran pase de un Sarabia que, en esa ocasión, entró por el centro, aunque eran sus incursiones por la diestra la principal vía de peligro, frenando, a su vez, las galopadas por ese mismo costado del alavesista Theo.

Pero, tras el descanso, el conjunto blanquirrojo desapareció. Metió al rival en el partido a base de errores propios y constantes pérdidas en la salida, dando alas a un Alavés que creció en intensidad para ejercer una adelantada presión y ahogar a un Sevilla sin reacción en esta ocasión desde el banquillo, ya que Sampaoli no movió ficha hasta el minuto 74, poco antes del gol del empate. Recurrió entonces a una zaga de cinco que poco después, en pleno asedio local, tuvo que desmontar, sin encontrar soluciones para reanimar a un equipo herido de muerte.
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