Ilusión. Es la palabra más repetida por Emery en sus últimas ruedas de prensa. Ésa es la obsesión del técnico del Sevilla: mantener la ilusión en todas las competiciones hasta el mes de mayo. En Copa, lo ha conseguido; en la Europa League, debe hacerlo el próximo jueves; y, en la Liga, lo logró en la tarde de ayer.
Nadie dijo que fuera fácil, y mucho menos frente a un Villarreal tan bien trabajado como el de Marcelino. Mereció ganar el Sevilla, y lo hizo remontando, con golazos, y con uno menos para poner esa pizca de épica que tan buen sabor de boca deja a la grada. A cinco de la Champions, porque ese gol de Reyes puede valer oro en la jornada 38. La ilusión sigue intacta en Nervión.
Fernando Ruiz
