El
Sevilla dejó anoche un sabor agridulce. Las excesivas rotaciones, hasta nueve, no terminaron de convencer a la exigente afición sevillista, por mucho que el próximo martes haya un partido importantísimo. La afición y la entidad quiere luchar por todo, y ayer se perdieron los dos primeros puntos.
Berizzo debe saber que ya no entrena en Vigo, y no quiero que se malinterpreten mis palabras, pero el
Sevilla lucha por estar entre los cuatro primeros de
LaLiga, y eso implica que no se puede subestimar a ningún rival, y mucho menos en las primeras jornadas del campeonato y ante un rival muy trabajado que conserva el bloque de la temporada pasada. Quizás fue demasiado pronto para tantos cambios...
Cuesta trabajo digerirlo cuando el año pasado
Sampaoli era todo lo contrario y apenas rotaba.
Berizzo tiene otra filosofía, parecida en ciertos aspectos, pero no en el tema de las rotaciones. Con el tiempo habrá que ir aceptándolo, eso sí, serán los resultados los que determinen la rapidez con la que la afición pueda ir asimilando tantos cambios en el equipo.
Debutó
Borja Lasso oficialmente en Primera. El canterano se vio perjudicado por los compañeros que tenía en el centro del campo, pero es lo que le tocó y aun así, tuvo arrojo y se dejó todo en el campo, en el campo que soñaba jugar desde pequeñito no lo olviden. Esto es la elite, denle un poco más de tiempo. Solo es el principio.
El equipo mejoró muchísimo con
Banega, como era de esperar, pero fue el propio
Banega el que acabó con todo con una expulsión imperdonable. Insultar al colegiado te expone a la tarjeta roja, y así fue. Debe aprender el rosarino, pues es vital para el juego de este Sevilla.
Navas fue una de las grandes noticias de anoche, el palaciego necesitaba minutos y lo demostró, de menos a más y volviendo loco a Aarón. Siempre la pone en el área, donde anoche no pudo enchufarla
Muriel, pero lo hará, se pone de cara a gol con facilidad, y hará goles. Montoya no puede ser titular en este equipo teniendo a Navas en el mismo puesto. El palaciego, sin estar fino, crea mucho más peligro que el argentino. Y ayer lo demostró.
Si en lugar de toparse con el poste, el disparo de
Muriel hubiera acabado dentro de la portería, todo se hubiera visto de otra manera muy diferente. El colombiano, pese a no marcar, se ha ganado tener más minutos. La pelota manda, ya lo saben. Pero hay mimbres para disfrutar con este
Sevilla, tiempo al tiempo.
Fernando Ruiz