El lío del Barcelona en el mercado

El lío del Barcelona en el mercado
Robert tiene una tarea muy complicada. - E. G.
Enrique GarcíaEnrique García6 min lectura
El Barcelona ha naufragado en el mercado de fichajes en las dos últimas temporadas, en las que gastó más de 170 millones y sólo encontró a un futbolista titular: Umtiti. El porcentaje de éxito del conjunto culé en las últimas tres campañas no es mucho mayor. Douglas, Mathieu, Vermaelen, Arda Turan, Aleix Vidal, Digne, Alcácer y André Gomes han supuesto inversiones millonarias no justificadas sobre el terreno de juego hasta ahora. En los últimos cuatro años, sólo Neymar, Luis Suárez -fichajes ambos por encima de los 80 millones-, Ter Stegen, Rakitic y Umtiti se han ganado un puesto en el once tipo del conjunto culé. A muchos de los otros apenas se les ve en las rotaciones. A eso hay que añadir la fuga de jugadores como Daniel Alves, Adriano y Sandro a coste cero. Esa falta de fondo de armario ha lastrado a los azulgranas en la última campaña y es el error que quieren corregir.

Desde que se proclamó campeón de Europa hace sólo dos años su plantel se ha ido empobreciendo, todo lo contrario que el de, por ejemplo, su rival en aquella final, la Juventus.

Al equipo que siempre presumió de cantera le ha fallado la cartera. Para esta campaña la prioridad está fijada en el lateral derecho, donde no ha estado sin un jugador específico todo el curso pasado, y en el centro del campo, donde con Iniesta de retirada -todo hace indicar que acabará el año que le resta de contrato y se irá- y Rakitic discutido el Barcelona necesita acertar sí o sí. Además hace falta un recambio de garantías para Busquets, aunque no está claro que el presupuesto vaya a dar para todo. El Barcelona tiene ahora el mejor tridente del mundo, pero ha perdido el dominio donde se hizo más grande, en el centro del campo.

Las opciones A del conjunto azulgrana son Bellerín y Verratti, además de un Dembélé con difícil encaje en el esquema de Valverde, que en principio mantendrá el 4-3-3, si bien es cierto que servirá para tener una alternativa de garantías al tridente.

En cualquier caso, las tres primeras opciones culés son muy complicadas por la voluntad de sus respectivos clubes de no vender. De momento, el único que ha hecho caso al consejo azulgrana de presionar ha sido Verratti y se ha encontrado con la negativa del PSG. Bellerín se siente en deuda con el Arsenal y el Dortmund ya ha amenazado al Barcelona con ir a la FIFA si Dembélé les viene con el cuento de que se quiere ir al Barcelona. Por no hablar de Coutinho, a quien el Liverpool también ha declarado intransferible.

Sin lugar a dudas son tres refuerzos de garantías, pero tampoco está claro que el presupuesto del Barcelona lo permita, ya que los estatutos culés impiden cierto nivel de endeudamiento. El caso es que las opciones B tampoco son ni sencillas ni baratas. Por Semedo, por ejemplo el Benfica exige 50 millones -hay que recordar que ha vendido a un portero por 40-. Seri (Niza), una opción menos obvia y quizá más inteligente pues es un jugador que puede dar dinamismo al centro del campo del Barcelona, también se puede escapar por buscar a jugadores más conocidos para una grada que no perdonará más errores en los despachos. Ander Herrera, un escalón por debajo de Verratti, tampoco tiene fácil salir del Manchester United.

El Barcelona se encuentra con dos problemas. La falta liquidez en un mercado muy inflacionista -el Madrid ha pagado 46 millones por un chico de 16 años y planea un gasto superior a los cien kilos por Mbappé- que ha pillado al conjunto culé a contrapié y acuciado tras el doblete del Madrid. Tampoco en La Masía, de donde en los últimos años sólo ha salido Sergi Roberto, encuentran soluciones en Can Barça.

Así las cosas, al Barcelona parece que no le queda más que la opción de arriesgar por futbolistas que no están en la primera línea del fútbol europeo pero pueden darle un rendimiento más o menos óptimo mientras se hacen otros jugadores en el plantel. De momento, ya le ha dado a Marlon el sitio de Mathieu en la nómina de centrales. Paulinho, ahora en China, tiene ese perfil. Por esas soluciones menos obvias y más factibles deben ir los pasos del Barcelona para salir del lío en el que anda metido.
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