Nuevo tanto de Paco Alcácer, que ya suma tres dianas

Victoria redentora de España pero no concluyente (0-4)

Andrés Iniesta, por vez primera capitán, y David Silva comandaron el cómodo triunfo de la rejuvenecida y renovada ´Roja´, en la que debutaron Rodrigo y Bernat, éste con gol incluido.

Victoria redentora de España pero no concluyente (0-4)
David Silva, en la imagen junto a Paco Alcácer, que volvió a marcar, abrió el camino del triunfo para España con un auténtico golazo. - Roberto Morales
Roberto MoralesRoberto Morales3 min lectura
La selección española se levantó de la dura derrota de Eslovaquia goleando en Luxemburgo (0-4), el día que Vicente del Bosque sentó a Iker Casillas para dar la alternativa a David de Gea y Diego Costa escenificó su obsesión con el gol, fallando innumerables ocasiones, hasta que marcó la más inesperada.


Obligada a levantarse y reaccionar, España regresó a la normalidad en Luxemburgo buscando variantes a su estilo. Lo hizo Del Bosque apostando por dos delanteros. De ser el falso nueve su apuesta preferida, a jugar con dos ´matadores´ que se entendieron bien en plena obsesión de Costa. El hispano-brasileño vivió uno de sus días más duros en un terreno de juego. Hizo todo bien menos el remate y tuvo innumerables ocasiones que le hicieron marcharse al descanso cabizbajo.


La responsabilidad del juego recayó sobre Iniesta. Ni el diluvio que cayó minutos antes del inicio y un césped resbaladizo impidió su lección. En Koke y Silva tiene futbolistas que hablan su mismo idioma y aunque la ´Roja´ intercambió el fútbol directo con el toque, fueron los encargados de ver los pases a los espacios que abrieron los puntas.


La pesadilla de Costa no tardó en empezar. A los dos minutos controlaba mal, esquivaba al portero rival y se dejaba caer pidiendo penalti. España tocaba con velocidad, el secreto del éxito en partidos ante rivales de inferior calidad técnica, y Costa dejó un testarazo ante el que se lució Joubert y un remate blando a sus manos.


La cabeza del ex colchonero echaba humo. Remataba con la negatividad de un jugador obsesionado. Y mientras tanto llegó el gol. Fue Silva el que, tras un balón muerto por la pelea de Costa con el central rival, soltó un zurdazo a una escuadra para abrir el partido. España quería matar el duelo, sentía la debilidad del rival y todos buscaban a Costa para que lograse el tanto más deseado de su carrera, pero fue Alcácer el que no falló, marcando su tercer tanto en cuatro partidos.


Cuando España notaba el bajón de Iniesta y Silva, llegó al fin el tanto de Costa. Después de 514 minutos. Nunca un ´9´ tardó tanto. Y lo consiguió cuando no lo buscó y el balón le cayó. El fútbol quiso premiar su esfuerzo. En una acción de estrategia a una falta que no salió, tras mil rechaces, con todo a su favor para esta vez fusilar y ni celebrarlo.
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