La
FIFA iniciará esta semana la inspección de los estadios e instalaciones del
Mundial de fútbol que Rusia organizará en 2018, según ha informado el comité organizador en un comunicado.
La delegación de la FIFA arrancará su gira de inspección el jueves en
San Petersburgo, cuyo estadio acogerá
una de las semifinales del Mundial, además de la Copa Confederaciones en 2017 y varios partidos de la Eurocopa en 2020.
Precisamente, el estadio de la antigua capital imperial, que tendrá una capacidad de unos 66.000 espectadores, aún se encuentra en proceso de construcción y ha estado salpicado por
retrasos, cambios de planificación y aumento de los costes iniciales.
Los siguientes destinos de la delegación serán el viernes el estadio de
Kazán, que ya albergó la Universiada en 2013, y el sábado, el de
Sochi, que acogió las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero pasado.
El punto final de la visita será el domingo y lunes la capital rusa, que contará dentro de cuatro años con dos estadios: el
Luzhnikí, que
acogerá la final y está siendo remodelado, y el del Spartak, sede de una de las semifinales e inaugurado en septiembre.
Además de los estadios, los especialistas de la FIFA y del comité organizador local inspeccionarán los preparativos en
materia de seguridad, transporte, hostelería y comunicaciones.
Tras los antecedentes de Brasil, la FIFA ha permitido a Rusia reducir el aforo mínimo de los estadios mundialistas
de 45.000 a 35.000 asientos.
"No sólo lo hacen por hacernos un favor, sino porque tras analizar la situación en el
Mundial de Brasil, quedó claro que
no todos los estadios estaban llenos y existe el temor de que tras el campeonato esos estadios no sean aprovechados", dijo recientemente Vladímir Putin, presidente ruso.
Además, la FIFA tampoco reducirá el número de ciudades que acogerán partidos mundialistas, que actualmente asciende a once: Moscú, San Petersburgo, Kazán, Sochi, Yekaterimburgo, Nizhni Novgorod, Volgogrado, Samara, Rostov del Don, Kaliningrado y Saransk.