En Hannover aún no está claro qué ocurrió

El terror gana la partida al fútbol

El terror gana la partida al fútbol
Esta es la portada del Bild a las 00:30 horas. - R. H.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Con dudas, con la sensación de que la psicosis está metida en el cuerpo de los ciudadanos y de que el terrorismo va ganando la batalla de momento y ha cambiando la vida cotidiana en Occidente. Esa es la sensación que dejan la suspensión de los atractivos Bélgica-España y Alemania-Holanda. Si el primero se hizo ayer y no creó más complicaciones que las propias de un aplazamiento, muy diferente fue el caso del duelo que se iba a disputar esta noche en Hannover. Tanto que aún no se sabe con exactitud lo que pudo haber pasado. Lo único seguro es que hubo una amenaza real. Pero ni su volumen ni cómo acabará esa amenaza.

Tras la suspensión del Alemania-Holanda, la policía filtró que la causa era una ambulancia con explosivos, aunque el primer ministro de la región (Baja Sajonia), Boris Pistorius, señaló poco después que no se habían encontrado dichos explosivos.

Sin embargo, tanto el ministro de Interior alemán, Thomas de Maiziere, como el propio Pistorius, como el jefe de la policía de Hannover, Volker Kluwe, sí coincidieron en que había razones para la suspensión y que se sigue trabajando en la zona y en el caso.

De Maiziere habló de “buenas y amargas razones” para la suspensión del encuentro, aunque no quiso dar detalles porque “se trata de la seguridad nacional” de Alemania. "Pido comprensión porque no daré más detalles sobre la fuente y la extensión de la amenaza", dijo. Y Kluwe afirmó igual de rotundo: "Tuvimos indicios concretos de que alguien quería detonar un explosivo en el estadio. Hallamos una nota sobre un posible ataque con bomba".

La suspensión llegó hora y antes de que diese comienzo el duelo, cuando había pocos aficionados en el estadio y cuando aún no habían llegado las dos selecciones. El propio responsable de policía agregó a la cadena de televisión pública ARD que, como las puertas del estadio llevaban sólo 20 minutos abiertas, decidieron no dejar entrar a nadie más y evacuar a los aficionados que ya habían entrado, una acción que transcurrió sin incidentes.

Tras detectarse la posible amenaza, la policía animó a los aficionados a regresar a sus domicilios y a evitar "grandes concentraciones" humanas cerca del estadio o en otros lugares como estaciones de trenes.

Las autoridades alemanas habían organizado un gran despliegue policial para garantizar la seguridad y el estadio no fue el único recinto evacuado en Hannover, pues una sala de conciertos fue desalojada así como una parte de la estación central de trenes tras hallarse en las cercanías un “objeto sospechoso”, que fue explosionado, aunque la policía sigue sin aclarar si era o no una bomba. Sólo se sabe que tenía "cables y tableros" y que era "del tamaño de una caja de zapatos".

"La seguridad es primordial. Existe el temor y confío en que la policía haya tomado la decisión correcta. Si existe una situación de amenaza, entonces se deben tomar estos pasos", afirmó el alcalde de Hannover, Stefan Schostok, al Servicio de Información Deportiva (SID).

Conforme pasan las horas siguen apareciendo nuevas noticias, algunas contradictorias -se sigue hablando de un sospechoso junto al estadio, otro en el Intercity donde apareció el presunto explosivo y de la misma ambulancia bomba-, pero ni hay oficialmente detenidos, ni bombas y la tensión sigue patente. De momento, aunque hoy no haya habido víctimas y aunque Wembley cantara al unísono la Marsellesa, gana el terror.
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