El delantero del Leicester City, Jamie Vardy, desvela en su libro la insalubre dieta alimenticia que sigue durante la previa de los partidos además de unos hábitos que tuvo cuando estuvo apartado por una larga lesión de los terrenos de juego. Cuando su equipo juega a las tres de la tarde, una situación muy habitual en la Premier League, el futbolista no desayuna, sino que se toma una lata de Red Bull en cuanto se levanta de la cama.
"No desayuno y no como nada hasta que me haya tomado mi tortilla de jamón y queso con judías a las 11:30", afirma
. Posteriormente, según detalla en su libro, se "riega" su cuerpo con otro Red Bull para, a continuación a 1 hora y media de empezar el partido, beberse un doble expreso. No queda ahí la cosa, sino que, antes de comenzar a calentar, se vuelve a tomar a otro Red Bull.
Mientras, en las noches en las previas de partido, se bebe una Copa de Oporto: "Ayuda a desconectar y a dormir mejor", confiesa Vardy. Además de las bebidas, Jamie se come una tortilla de jamón en la mañana en la que se disputan los encuentros.
El vodka, parece, es una de las bebidas preferidas del internacional inglés, así, durante una lesión de larga duración, confiesa que se tomaba una copa de vodka habitualmente en el sofá de su casa: "Tengo tres botellas de vodka en casa y meto montones de Skittles (una marca de caramelos de varios colores) dentro. Sólo los rojos y los morados, porque no me gustan los naranjas, verdes y amarillos. Cuando me aburría en casa me tomaba un vaso y me sentaba a disfrutarlo".
Esta lesión le privo de disfrutar del fútbol, de hecho cuenta que estuvo 9 partidos sin marcar y le invadía la tristeza. Dave Rennie, su fisio, encontró rápidamente el problema por el que no mejoraba de su lesión: "Dijo que sería por eso, él estaba un poco en shock y me explicó científicamente cómo el alcohol perjudica durante el proceso de recuperación".
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