Mesut Ozil cuajó en la noche de ayer un partidazo ante el Ludogorets regalando el primer gol y firmando luego el tanto del triunfo para el Arsenal en una acción para enmarcar. El alemán rompió la defensa local para crear una obra de arte de un balón largo. Picó el balón a la salida del meta Borjan y sentó en el césped a dos defensas con recortes antes de marcar a puerta vacía.