Tras el cierre de un mercado de fichajes en el que llegaron estrellas como
Tévez u
Oscar, la nueva temporada de la Superliga china arranca hoy con más contendientes al título que nunca.
El campeonato, monopolizado por el
Evergrande de Cantón desde 2011, espera ofrecer un mejor -y más reñido- espectáculo para mejorar las audiencias, llenar más los estadios y lavar su imagen exterior de millonario ladrón de figuras.
El
Evergrande, que sigue entrenado por
Luiz Felipe Scolari, vuelve a tener la plantilla más potente, comandada por el mediocentro brasileño
Paulinho, quien, aunque no cumplió con las expectativas en el
Tottenham inglés, se resarció coronándose como uno de los mejores jugadores de la liga china y volvió a la selección brasileña.
En el ataque, sus compatriotas
Alan y
Ricardo Goulart tratarán de reeditar la temporada 2016, en la que anotaron 14 y 19 goles respectivamente y superaron a un
Jackson Martínez que solo hizo cuatro dianas y se cayó de la convocatoria para la Champions asiática.
Parte del mérito del
Evergrande es haber construido una plantilla con los mejores jugadores locales, como el veterano centrocampista
Zheng Zhi, algo que les beneficiará aún más este año tras la reducción a tres del número de extranjeros que pueden alinear los clubes al mismo tiempo.
Si bien históricos como el
Beijing Guoan o el
Shanghai Shenhua no renunciarán a soñar, el gran aspirante este año será el
Shanghai SIPG.
El equipo ya quedó tercero el año pasado y amenaza con dos 'killers' como
Hulk y
Elkeson, que se pueden entender muy bien con un jugón como
Oscar, el jugador más caro de la historia del fútbol chino (70,4 millones de euros).
Además, el club dirigido por el portugués
André Villas-Boas posee buenos jugadores como el uzbeco
Ahmedov, que llevará la manija, o
Wu Lei, uno de los mejores jugadores ofensivos chinos, para ayudar a los delanteros brasileños.
El vigente subcampeón,
Jiangsu Suning, seguirá confiando en el mediapunta brasileño
Alex Teixeira, quien junto a
Ramires y al colombiano
Roger Martínez formará la columna vertebral de un equipo que volverá a plantarle cara al todopoderoso
Evergrande.
La terna de aspirantes se completa con el
Hebei China Fortune del 'Ingeniero'
Manuel Pellegrini, que añadió al talentoso
Hernanes a su plantilla para surtir de balones a
Lavezzi y
Aloísio, los encargados de golear. Les guardará la espalda el camerunés
M'Bia, un viejo conocido de la afición sevillista.
El
Hebei es uno de los que más apostó por jugadores nacionales como el exrayista
Zhang Chengdong, al que convirtieron en el futbolista chino más caro tras pagar la cifra récord de 20,4 millones de euros.
También promete dar guerra el recién ascendido
Tianjin Quanjian, entrenado por
Fabio Cannavaro. Su dueño prometió traer un delantero del nivel de
Diego Costa, pero finalmente llegó
Alexandre Pato, un fichaje que extrañó a muchos tras haber vuelto a Europa con el
Villarreal.
Junto a
Sun Ke,
Gervinho y al belga
Witsel, que dejó pasar el tren de la
Juventus para subirse al del
Quanjian, este equipo podría ser el 'tapado' de la temporada a expensas de lo que hagan el
Guangzhou R&F y su estrella, el israelí
Zahavi.
El desastroso inicio de temporada del
Shanghai Shenhua plantea dudas: eliminados en la previa de la Champions asiática y con el nuevo técnico,
Gustavo Poyet, discutido antes incluso del arranque liguero.
Es más, algunas informaciones afirman que el gran fichaje del mercado, el
'Apache' Tévez, al que pagan unos 38,3 millones de euros anuales, no está contento en
China y podría marcharse de un equipo en el que brillan
Gio Moreno y el ex del
Levante Obafemi Martins, además de un
Fredy Guarín del que se espera más.
Otros equipos a tener en cuenta son el
Beijing Guoan, entrenado por el gaditano
José González, que sumó al goleador español
Jonathan Soriano al turco
Yilmaz y a los mediocampistas brasileños
Renato Augusto y
Ralf; o el
Tianjin Teda, que ha reforzado su centro del campo con buenos futbolistas como
Obi Mikel (Chelsea) o
Gudelj (Ajax).
Entre los clubes que deberán mejorar sus registros este año destaca el
Shandong Luneng, que coqueteó con el descenso la pasada temporada y querrá resarcirse. Cuenta con jugadores para ello, como el central brasileño
Gil o la mortífera dupla atacante formada por
Papiss Cissé y
Graziano Pellè.
El campeonato, que terminará en noviembre, promete más emoción que nunca en un país que está apostando muy fuerte por su fútbol.