Muchos futbolistas retirados siguen vinculados al mundo del fútbol, ya sea como entrenadores, en los medios o ligados a algún club de alguna forma. Pero muchos otros deben buscar más allá de este deporte, ya sea arrancando su propio negocio o trabajando para alguna empresa. En esta ocasión
Mulryne fue mucho más allá y acabó siendo sacerdote cuando terminó su carrera futbolística. Actualmente es el capellán de
Newbridge College, una escuela secundaria irlandesa y católica cercana a
Dublín.
Philip Mulryne se formó en los años noventa en la cantera del
Manchester United, llegando a debutar con el primero equipo bajo las órdenes de
Sir Alex Ferguson. En el año 1999 se marchó al
Norwich City, con el cual conseguía el ascenso a la
Premier League. Tras ello puso rumbo a
Cardiff, donde jugó durante una temporada y media. Además, formó parte del
Leyton Oriente durante algunos meses y terminó jugando durante en el
King´s Lynn F.C.
El de
Belfast fue internacional con
Irlanda del Norte en 27 ocasiones, pero acabó siendo expulsado de ella tras una noche de fiesta. Como futbolista ha vivido de forma excesiva, se compraba varios coches a lo largo del año, salía con distintas modelos e incluso quemó dinero. Pero llegó el momento en el que se dio cuenta de que aquella vida no era la suya.
Una vez retirado se declaró en bancarrota y decidió prestar sus servicios a Dios. "Mi vida como futbolista tenía un propósito, pero creo en la idea de tener cuerpo y alma. Usé mi cuerpo para jugar al fútbol y mi alma me llevó a seguir esta vocación", afirmaba a
The Times.