Cuautémoc Blanco, el chico malo del fútbol mexicano con traje de Gobernador

Cuautémoc Blanco, el chico malo del fútbol mexicano con traje de Gobernador
- Gustavo Borges
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 4 min lectura
Mucho tiempo después de haber presumido el título de chico malo del fútbol mexicano, el exdelantero Cuauhtémoc Blanco cambió su lenguaje obsceno por el discurso político como corresponde a su cargo de Gobernador de Morelos, ganado el domingo. "Voy a trabajar por los más necesitados", dijo luego de confirmar que así como defendió la camiseta de la selección mexicana, defenderá a Morelos porque no quiere más injusticias.

Luego de dos años como Alcalde de Cuernavaca, el político de 45 años subió un escalón y como representante del partido Morena, ganó el cargo de Gobernador del Estado de Morelos.

Es Blanco el futbolista más irreverente de este siglo en el país y uno de los más talentosos, que con un fútbol fino representó a México en los Mundiales de Francia de 1998. Cuatro años después regresó de una cirugía y salvó al equipo en la eliminatoria para Corea-Japón 2002 y se despidió en Sudáfrica 2010.

Con una técnica depurada, descaro al enfrentar a los rivales y personalidad, Blanco anotó 38 goles con la selección de México y cumplió buenas actuaciones desde su primer partido en Francia ante Corea del Sur, en un duelo en el que saltó por encima de la marca de dos rivales sin soltar el balón y creó la llamada "Cuauteminha", un movimiento raro en la cancha que otras veces repitió.




A menos de dos años del Mundial de 2002, el atacante recibió una patada artera del trinitario Alcil Elcok, quien le destrozó la rodilla, pero regresó en el mejor momento, cuando México estuvo a punto de quedar fuera de la justa celebrada en Asia y se convirtió en el líder del equipo en la eliminatoria y en el Mundial.

Polémico, a veces burlón, tuvo uno de sus enfrentamientos más épicos con el entrenador argentino Ricardo La Volpe. Una vez, como rival del estratega, se burló al anotar un gol y el sudamericano se lo cobró con rencor cuando dirigió a México en el Mundial de Alemania 2006 y dejó fuera al goleador.

Regresó, ya veterano, en 2010. Anotó una vez en el triunfo 2-0 sobre Francia y completó su actuación en Mundiales con un gol en cada uno de los torneos mundiales que participó.

A nivel de liga jugó en Valladolid español, pero es más recordado por haber sido símbolo de las Águilas del América con las que ganó un título en el 2005 y mostró su mejor juego, en la liga, en torneos de la Concacaf y en Copas Libertadores.

Muchos años después, su vientre acumuló grasa y aquel hombre de pueblo, tan mal hablado en el pasado, es un señor sobrio que posa junto a su mujer y su hijo más chico y promete a la gente mejoras en el nivel de vida. Y que el pasado domingo fue elegido Gobernador.
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