Según han afirmado fuentes policiales a EFE, los investigadores conocían con firmeza que unos treinta seguidores ultras del Deportivo de la Coruña, pertenecientes al colectivo Riazor Blues, habían adquirido entradas para acudir al estadio Vicente Calderón con la intención de presenciar el partido que su equipo iba a disputar en la mañana del domingo contra el Atlético de Madrid.
Lo que desconocía la Policía Nacional es que ambos colectivos radicales habían planificado el encuentro con suma perfección, teniendo en cuenta cada detalle para intentar ocultar sus movimientos de la acción policial. Así, 130 aficionados del conjunto coruñés alquilaron dos autobuses y algún coche en Lugo y acudieron al reto concertado con el Frente Atlético vía Wathsapp.
Tal y cómo han podido conocer las fuentes policiales, la comitiva de aficionados deportivistas iba encabezada por un vehículo 'lanzadera' que viajaba delante de los dos autobuses con el objetivo de detectar la presencia policial y así poder llegar varias horas antes a las inmediaciones del estadio Vicente Calderón.
La hora prefijada para el encuentro entre ambos grupos ultras fue poco antes de las nueve de la mañana, cuando cerca de doscientos seguidores colchoneros y deportivistas armados con bates de béisbol,barras de hierro y armas blancas se agredieron brutalmente. Los testigos allí presentes presenciaron una bestial 'batalla campal' entre ambos colectivos que acabó con numerosos heridos y con la muerte del seguidor deportivista Francisco Javier Romero Taboada, de 43 años, y que actuaba con el sobrenombre de 'Jimmy'.
En la ribera del río Manzanares no solo se enfrentaron los Riazor Blues contra el Frente Atlético, sino que también se sumaron diversos integrantes de grupos radicales de otros clubes de fútbol españoles como los Bukaneros del Rayo Vallecano y los Alkor Holligan del Alcorcón.
La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte había calificado el partido de bajo riesgo, causa que explica que las unidades policiales de antidisturbios no se hiciesen presentes en la zona hasta dos horas antes del inicio del encuentro.
De haber sido declarado de alto riesgo, los seguidores deportivistas habrían sido recibidos unos cincuenta kilómetros antes de llegar a la capital y se les habría escoltado hasta el estadio Vicente Calderón. Todo ello hubiese supuesto, que el dispositivo de agentes se hubiese cuadruplicado, en lugar de los cien nacionales y sesenta municipales que conformaron el sistema de seguridad durante el partido.
De los 21 detenidos en la trifulca, cuatro son del Frente Atlético, dos de los Bukaneros, uno del Alkor Holligan y el resto del Riazor Blues. Ocho de los detenidos tienen antecedentes policiales, entre ellos el fallecido 'Jimmy', acusado por varios delitos de robo, maltrato en el ámbito familiar y violencia de género. Los arrestados permanecen esta mañana en dependencias policiales y se prevé que declaren hoy ante la Policía para pasar mañana a disposición judicial.
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