El Olimpo de los dioses

La crítica injusta y cruel duele. En el deporte de élite, las exigencias están a la orden del día. No existe la memoria. A los grandes no se les perdona los errores del presente. Eso es lo que tiene el pertenecer al Olimpo de los dioses. Podría estar hablando de Cristiano o de Messi y sus dos semanas sin marcar, pero estoy haciéndolo del Sevilla de Unai. El inicio de Liga no ha sido bueno. Beto, señalado de manera un tanto injusta. El equipo ha mostrado dudas en defensa, no ha estado fino en medio campo y negado al gol. Las lesiones tampoco han ayudado. Las críticas han sido duras para una plantilla que, un año más, se ha tenido que reinventar. Pero esto es lo que tiene ganar títulos y codearse con los mejores. Exigencias máximas y errores mínimos. Bienvenida sea esta fórmula. Crítica cruel. Bendita crítica. Sólo los dioses la reciben. Emery volverá a recibir los aplausos; de momento, en Champions ha dado un primer golpe en la mesa.

El Villarreal, cual submarino, pasa desapercibido cada verano. Sin hacer ruido. Sin portadas, vuelve a realizar una planificación estratégica digna de encomio y admiración. Solo ver el banquillo que presentó la pasada jornada, donde acabó venciendo, demuestra la excelente gestión deportiva. Samu García, Barbosa, Leo Baptistao, Rukavina, Jonathan Dos Santos... todos ellos serían titulares en cualquier equipo de la zona noble alta de la liga española. De seguir así, no tardará en acceder al olimpo, aunque sea en calidad de un dios menor.
La cuarta jornada liguera, tras la primera de competiciones europeas, se presentaba atractiva. Atractiva menos para el Granada, que tenía que visitar el Bernabéu para enfrentarse al Real Madrid y al ´todopoderoso´ Cristiano. Al final, los de Sandoval pudieron hasta ganar.
El Málaga estaba obligado ya a sumar de tres en tres y la ocasión parecía idónea. Joaquín, mientras, regresó a Mestalla para jugar ante un club que no supo sacar su quintaesencia, pero que él supo abandonar en tiempo y forma. El Betis tenía un buen test tras su primera victoria en la Liga, justo después de la derrota en Europa del Valencia a manos del Zenit de Hulk.

Termino volviendo al Olimpo. A las exigencias. A las urgencias. A la alta competición. Al Sevilla no le servirá de mucho la goleada ante el Gladbach si no consigue la victoria ante un correoso Celta de Vigo liderado por el sanluqueño Nolito. Esa es la grandeza de ser contado, como uno más, entre los dioses.

El fútbol como la vida, siempre nos sorprende.