El delantero
Álvaro Negredo llegó al
Valencia sobre la bocina que marcaba el fin de la ventana estival de fichajes del
verano de 2014 y lo hizo tras haberle anunciado
Nuno Espírito Santo, entonces entrenador del equipo, como la "bomba", pero ahora deja el club de Mestalla sin apenas haber sido un jugador decisivo.
El 30 de agosto de 2014, tras el debut liguero ante el Málaga, Nuno hizo su anuncio en la sala de prensa: "
Llegará un delantero que es una bomba, un jugador fantástico y que nos va a aportar mucho".
Tras dos días de frenéticas negociaciones, a pocos segundos de que acabara el lunes 1 de septiembre, el Valencia consiguió enviar toda la documentación de la adquisición del delantero madrileño.
Negredo llegó cedido por el Manchester City pero con una opción de compra obligatoria que el club tuvo que ejercer antes del 1 de julio de 2015 y
la operación rondó los 30 millones de euros.En ese momento, la Fundación del Valencia ya había decidido vender a Peter Lim su mayoría accionarial pero el traspaso no se había completado. Aún así, el aval del inversor fue clave para sacar adelante una operación y se publicitó su ayuda como uno de los beneficios que iba a obtener el club con su llegada.
'Este es nuestro 7'. Con ese lema anunció el Valencia el acuerdo final por Negredo, al que definió como un delantero "de talla mundial" y que, a sus 29 años, firmó un contrato de cinco temporadas y se convirtió en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla.
La entidad organizó una p
resentación por todo lo alto y más de diez mil seguidores acudieron a Mestalla a recibirle. El vallecano saltó al terreno de juego mientras sonaban la banda sonora de la película 'Tiburón', uno de sus apodos.
En su comparecencia ante los medios Negredo intentó desmarcarse del concepto de "la bomba" y se presentó como un jugador de equipo, si bien aquel calificativo le ha perseguido en toda su estancia en el Valencia.
Tras pisar Mestalla por primera vez como jugador del Valencia, aún debió esperar varias semanas para volverlo a hacer porque llegó a la entidad a mitad de la recuperación de una lesión en un dedo del pie y
no jugó en la Liga hasta el 25 de octubre.
En ese primer ejercicio,
Negredo disputó 34 partidos entre la Liga y la Copa pero sólo fue titular en quince y apenas sumó seis tantos. Paco Alcácer, su principal competidor, acumuló 36 encuentros, 29 titularidades y catorce goles.
El mejor momento de Negredo en el Valencia llegó en agosto de 2015, en la eliminatoria de acceso a la Liga de Campeones ante el Mónaco. Un golazo suyo en el arranque del partido de vuelta en el Principado acabó por ser vital para la clasificación.
Tras ese prometedor inicio, el madrileño pareció haberle arrebatado el puesto a Alcácer pero la irregular trayectoria del equipo dio para pocas alegrías individuales.
Además,
unas semanas después, pasó de titular a la grada y Nuno le apartó de las convocatorias, una decisión que provocó un enfrentamiento público y también privado con el técnico. Un mes después, aún en esa situación, le tuvieron que operar de urgencia de apendicitis.
Con la llegada al banquillo valenciano de
Gary Neville y después de Pako Ayestarán, Negredo regresó al grupo y volvió a jugar con cierta regularidad aunque mantuvo una
complicada relación con el gol. De hecho, acabó con cinco tantos la Liga tras casi mil doscientos minutos de juego.
Negredo abandona ahora el Valencia sin haber llegado a explotar pero podría tener una nueva oportunidad pues lo hace como cedido y podría regresar el próximo verano aún con dos temporadas de contrato por delante.
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