La jornada dominical, partido a partido

Anoeta sigue siendo terreno maldito

Anoeta sigue siendo terreno maldito
Empate del Barcelona en Anoeta. - R. S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
El Villarreal abría la jornada de domingo recibiendo al Alavés, pero la mañana se le atragantó ante un equipo bien plantado que aprovechó el desgaste del cuadro amarillo en la Europa League, donde tampoco fue capaz de ganar. Escribá tuvo que hacer rotaciones, pero éstas no funcionaron, pues los de Pellegrino asestaron dos golpes letales en el primer tiempo, sin que los locales pudieran reaccionar.

Ibai Gómez, tras un rechace en el poste, y Camarasa, aprovechando un fallo de Musachio, acabaron con las ideas de un Villarreal que cierra su semana horrible con dos derrotas ligueras y un empate en la Europa League que le obliga a jugársela en la última jornada continental.

En el primer partido de la tarde, el Atlético de Madrid sacó adelante su partido ante Osasuna, aunque no sin sufrimiento, ya que Oblak mantuvo con vida a los suyos al detener un penalti lanzado por Roberto Torres. Al final de la primera parte, Godín y Gameiro pusieron tierra de por medio e hicieron respirar a un Simeone que veía cómo el tren de la liga se marchaba, quedando ahora a nueve puntos, los mismos que antes de comenzar la fecha liguera.

Más tarde, en Balaídos, el Celta se apoyó en Iago Aspas para batir a un Granada que dio demasiadas facilidades, sobre todo en el primer tanto del gallego, fruto de un error de Rubén Vezo, que dejó el balón muerto para que el delantero de Moaña fusilase. Poco después, el propio Aspas asistía a Bongonda para hacer el 2-0.

En la segunda mitad, Kravets estuvo rápido en un mal pase de Cabral al meta, recortando las diferencias. Y en el último suspiro, Pape Cheikh finiquitaba el marcador, así como a un Granada que, tras trece jornadas, es el único equipo que no conoce la victoria.

Por último, la Real Sociedad empató con el Barcelona en Anoeta, en un partido frenético que pudo caer de cualquier lado. Los goles, en la segunda mitad, fueron de William José y Messi.
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