Kiyotake tampoco pudo cambiar el destino

Kiyotake tampoco pudo cambiar el destino
Aitor TorviscoAitor Torvisco 2 min lectura
Hiroshi Kiyotake ya luce sus nuevos colores. Recién presentado con el Cerezo Osaka de su país, el de Oita ha buscado en Japón refugio para superar problemas personales y para volver a sentirse importante sobre el césped, ya que su aventura en el Sevilla no fue tan positiva como él había imaginado cuando abandonó la Bundesliga (tras militar en el Hannover y el Nuremberg).

Kiyotake, junto a Sarabia, fue una de las primeras piedras del Sevilla 16/17. Su fichaje por cuatro temporadas se anunció muy pronto, a primeros de junio, y se convertía así en el décimo futbolista nipón en la historia de la Primera división española.

A LaLiga llegó con el mismo reto que los nueve compatriotas que le precedieron: demostrar que era mucho más que un mero reclamo publicitario y de marketing en Asia. Comenzó como titular y completó la Supercopa de Europa, la ida de la de España y la primera jornada de Liga, en la que marcó un gol y dio una asistencia en el triunfo por 6-4 al Espanyol. Sin embargo, se fue apagando y al final no logró ser el primer japonés que triunfa en España.

Entre Zaizen (Logroñés), el primero, Shoji Jo (Valladolid), Nishizawa y Nakamura (Espanyol), Okubo y Aki (Mallorca), Hiroshi Ibusuki (Sevilla) y Havenaar (Córdoba) no han podido derribar ese mito. El más destacado hasta ahora es Inui (Eibar), el nipón con más partidos en Primera (41). Hasta que él lo logró este curso, nadie había superado a Okubo, que jugó cuatro cursos como bermellón (dos en Primera y otras dos en Segunda), con 39 partidos y cinco goles.

Del resto, la gran mayoría no pasó del primer año y apenas tuvo oportunidades, principalmente por las dificultades que tuvieron para adaptarse.
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