El
Atlético de Madrid del argentino
Diego Simeone rememora este sábado su punto de partida, La Rosaleda de Málaga, el origen de la época más grande de la historia del club, seis años con cinco títulos, dos finales de la Liga de Campeones y 305 partidos, con 190 triunfos, casi un 63 por ciento.
Todo empezó el 7 de enero de 2012, con el primer encuentro de la era
Simeone, fichado el 23 de diciembre de 2011 y al mando del equipo desde cinco días más tarde, el 28, cuando dirigió su primer entrenamiento en el Vicente Calderón, y todo comenzó con un 0-0 en
Málaga, el escenario donde el
Atlético juega de nuevo este sábado.
De entonces a ahora, su conjunto mantiene la esencia que le dio el técnico hace ya cinco años y medio, el espíritu competitivo, el valor del trabajo colectivo por encima de las individualidades, el carácter y un bloque compacto e intenso, pero su evolución, a la vez, ha sido impresionante en títulos, números, juego o fiabilidad.
El
Atlético llegó a aquel choque en una crisis aguda, destituido
Gregorio Manzano después de una eliminación sonora en dieciseisavos de final de la Copa del Rey por el
Albacete, entonces y ahora en Segunda B, y en la décima posición de la Liga, mucho más cerca del descenso, cuatro puntos, que de las plazas de la Liga de Campeones, a diez, cuando se habían jugado ya dieciséis jornadas.
Y ahora, el equipo rojiblanco, que desde el 'doblete' de 1995-96 hasta la llegada de
Simeone había disputado un par de veces la Liga de Campeones en dieciséis años y había ganado dos títulos, la Liga Europa y la Supercopa continental de 2010, es un aspirante a todo cuando comienza cada temporada. Está entre los mejores del mundo.
Ha ganado una Liga Europa (2011-12), una Supercopa de Europa (2012), una Copa del Rey (2012-13), una Liga (2013-14) con 90 puntos y una Supercopa de España (2015), por ese orden; no se ha movido de la zona alta de la clasificación y ha jugado dos finales de la Liga de Campeones, el único título que le falta a este
Atlético.
Probablemente, el enorme salto del equipo no habría sido posible sin
Simeone, pero tampoco sin el grupo de jugadores que ha dirigido y dirige. "Estoy orgulloso de habernos encontrado con un grupo de pibes fantástico que respondan a lo que tienen en la vida, al respeto, a no dejar de intentarlo, a ser perseverantes, en las dificultades levantarse, a insistir por más que el otro sea mejor, a competir...", ha dicho el técnico a lo largo de este exitoso tramo.
Ya son 305 partidos oficiales desde entonces, de los que ha ganado 190, al filo del 63 por ciento; ha empatado 63 (un 20 por ciento), ha perdido 52 (un 17 por ciento), ha marcado 529 goles, una media de 1,73 por choque, y ha recibido 223 (0,73 por encuentro). Y han jugado 67 futbolistas diferentes desde entonces hasta ahora.
Su primer once, el que alineó aquel 7 de enero de 2012 en
Málaga, sólo tiene cuatro similitudes con la actualidad:
Diego Godín, Filipe Luis, Gabi Fernández y
Juanfran Torres, este último entonces jugó como interior derecho para pasar, inmediatamente al siguiente encuentro, a la posición de lateral en la que más se ha desenvuelto.
En aquella alineación también estaba el portugués
Tiago Mendes, que sigue en la plantilla -encadena 22 partidos de baja por unas molestias en la rodilla- y no figuraba
Koke Resurrección, otro de los futbolistas que sigue en el club desde el primer día de
Simeone.
Habrá, en total, siete diferencias entre el once del 7 de enero de 2012 y el que alineará este sábado cinco años y dos meses después. En él seguirán
Juanfran,
Godín,
Filipe Luis y
Gabi. Y estará
Koke, entonces suplente y hoy y desde hace más de cuatro años indiscutible e indispensable en el esquema del técnico argentino.
El resto no estaban entonces en la plantilla. Entonces jugó en la portería
Thibaut Courtois, ahora
Jan Oblak; entonces
Juanfran jugó de interior derecho, con Luis Amaranto
Perea de lateral; entonces uno de los centrales fue
Álvaro Domínguez, ahora lo es
Stefan Savic; entonces
Tiago jugó de medio centro, ahora lo hará
Saúl; entonces Eduardo
Salvio jugó en la banda izquierda, ahora lo hará
Koke; entonces
Diego Ribas y Radamel
Falcao fueron los hombres de ataque, ahora lo son Antoine
Griezmann y Fernando
Torres o Kevin
Gameiro... Y entonces, seguramente, la obligación de ganar era menor que ahora.
Lo exige el pulso por la tercera plaza con el
Sevilla. Sólo le vale ganar en La Rosaleda, donde ha vencido una vez con el técnico argentino: el 4 de enero de 2014 por 0-1. Sus otros cuatro duelos allí se resumen con una derrota, 1-0 el 20 de diciembre de 2015, y tres empates: 2-2 el 11 de abril de 2015, 0-0 el 3 de marzo de 2013 y 0-0 el 7 de enero de 2012, el origen del Atlético de Simeone.