El
Elche ha cambiado de objetivo esta temporada a diez jornadas del final ya que una vez prácticamente garantizada la permanencia en la categoría el equipo ilicitano centrará sus esfuerzos en lograr una plaza en la promoción de ascenso.
El entrenador,
Rubén Baraja, y sus jugadores habían sido extremadamente cautos durante los últimos meses al valorar los objetivos del equipo y se limitaban a señalar que el reto era consolidar a la entidad en
Segunda, pero tras la victoria ante el
Zaragoza (2-1) y rozar ya los 48 puntos el grupo ha modificado su discurso.
Baraja, debutante en la categoría, ha recordado en los últimos meses que el
Elche, pese a ser un histórico, no tenía la misma exigencia que otros rivales, ya que en el pasado verano sufrió un descenso administrativo, rozó bajar a
Segunda B por deudas y apenas 15 días antes del inicio de la temporada no tenía plantilla.
Fijar la permanencia como meta había provocado algunas críticas por parte del entorno al entrenador y al equipo, al que se le acusaba de falta de ambición para intentar el asalto al grupo de cabeza.
Una vez estabilizado el club en Segunda, y con el equipo a 15 puntos del descenso, el entrenador admite que ha llegado el momento de pelear por "cosas bonitas", en alusión a la
promoción de ascenso a Primera, de la que su equipo, octavo clasificado, está actualmente fuera por el coeficiente general.
El equipo ilicitano ha sabido sobreponerse al golpe económico del descenso, a la melancolía de tener que volver a competir en Segunda y conjuntar una plantilla completamente nueva para legar a la recta final del campeonato con opciones reales de todo.
El
Elche está empatado en la tabla con
Osasuna, próximo rival,
Alcorcón y
Córdoba, tres equipos a los que ganó en la primera vuelta como local y con los que debe volver a enfrentarse, y a un punto del
Oviedo, cuarto, por lo que el entorno del equipo ilicitano ha comenzado a ilusionarse con la posibilidad de ver a su equipo peleando de nuevo por el ascenso.
El calendario está repleto de partidos ante equipos de la zona media, con las únicas excepciones de la
visita a Vitoria para medirse al líder o el encuentro en casa ante el
Albacete, en zona de descenso.
Lugo, Girona y Valladolid deben aún pasar por el Elche, mientras que
Mallorca y Tenerife esperan al conjunto de Baraja.
Otro motivo para el optimismo de la afición es que el equipo ilicitano cuenta en sus filas con el delantero
Sergio León, el jugador más determinante de la competición con
19 goles, y con
Javi Jiménez, el segundo portero menos goleado, baluartes en los que se apoya el
Elche durante el campeonato y que llegan al tramo final en estado de gracia.
Aunque el grupo enfoque a otro objetivo, la filosofía no cambia. El vestuario se aferra al discurso del "partido a partido" para no romper la racha, pero las expectativas ya son otras.