Con nueve puntos sobre el descenso a falta de cuatro jornadas por disputar, el Sevilla Atlético
se siente salvado virtualmente, después de dos victorias consecutivas. Pero, lejos de confiarse, los jóvenes cachorros nervionenses quieren seguir demostrando
su gen competitivo para dejar en el cajón las calculadoras y vivir un plácido final de campeonato, sin más objetivo que el de disfrutar de su exitosa temporada.
Para ello,
Diego Martínez, técnico blanquirrojo, seguirá confiando en un bloque recitado de memoria, aunque esta vez con importantes bajas. Para empezar, en la portería, donde
Fabrice Ondoa y
Juan Soriano pugnan por relevar al indiscutible José Antonio Caro, baja por un proceso vírico.
Tampoco estarán
Diego González, con un golpe en un gemelo;
Yan Brice, sancionado; ni
Álex Muñoz y Pozo, estos dos últimos con el primer equipo. Ausencias notables que propiciarán la entrada del uruguayo
Cristian González en el eje de la zaga, repitiendo, por lo demás, aquéllos que saltaron de inicio ante el Getafe, con
Curro en el costado zurdo del ataque y
Cotán como acompañante de
Fede San Emeterio en el doble pivote.
Enfrente,
el Reus, con cuatro puntos menos que el filial sevillista, buscará también un triunfo que lo acerque definitivamente a una salvación histórica.
Con ese objetivo, y con el apoyo de un pequeño pero repleto estadio,
Natxo González tendrá las importantes bajas por sanción del capitán
Ramón Folch y el lateral
Alberto Benito, además del lesionado
David Querol, con molestias musculares.
Diego Martínez: "Hay que dar el último empujón y de paso seguir disfrutando"
Prudente a la par que ambicioso, Diego Martínez, entrenador del Sevilla Atlético, manifestó ayer que "la salvación no es matemática", de modo que su equipo debe "dar el último empujón y, de paso, seguir disfrutando de la química lograda a lo largo del año" para terminar "sumando el mayor número de puntos posible".