Choca que en Estados Unidos el fútbol siga sin tener su sitio. Siempre a la sombra del béisbol o el fútbol americano, el ´soccer´, como allí lo llaman, es un deporte reservado más para el extranjero que para el autóctono.
Es el caso de Álvaro Díaz.Este sevillano de 21 años decidió hacer las maletas y cruzar el Atlántico para compaginar sus estudios con el fútbol. "Todo surgió de la forma más inesperada. Un amigo, Alberto Liñán, llevaba allí dos años jugando, me lo comentó y me puso en contacto con el club. Unos intermediarios que tienen la mayoría de equipos americanos en Europa me vieron jugar, y llegamos a un acuerdo para que pasase a formar parte de los Missouri Vikings Soccer", explica Álvaro, que califica la experiencia de un año en tierras estadounidenses como "muy positiva en todos los sentidos": "Vivía en Marshall, un pueblo de Kansas City (Missouri), y mi día a día allí era de lo más normal, aunque la vida es muy distinta ya que los horarios no tienen nada que ver con los de España y cuesta un poco adaptarse".
Y no se puede decir que la temporada le haya ido mal a Álvaro en su equipo, que es todo un ejemplo de multiculturalidad, con gente de Chile, España, Brasil, Serbia, Argentina, Grecia, Honduras o Venezuela. Los Missouri Vikings Soccer se clasificaron para los ´play off´ por el título como segundos de su Conferencia, cayendo posteriormente en rondas posteriores, y quedándose, por tanto, a un paso de entrar en el ´top 8´ para la lucha final por el título.
En definitiva, ocuparon el decimocuarto puesto de más de 200 equipos en el ranking de universidades de todo el país. "Nuestra temporada podemos calificarla de muy positiva", admite este joven futbolista, que guarda muchas anécdotas de su periplo en ultramar: "La que más me sorprendió fue lo que me ocurrió en un supermercado, cuando una cajera, por mi acento, me preguntó si no era estadounidense. Le dije que no, que era de España, y me respondió: ´Eso está debajo de México, ¿no?´ Imagínate cómo me quedé". Aunque, para inolvidable, la que tuvo lugar en Chicago: "Estaba de vacaciones y, paseando por la calle, me crucé con un hombre que llevaba puesta la camiseta del Betis. Me dio una alegría tremenda", apuntó.
Seis campañas en la cantera del BetisA pesar de su juventud, Álvaro Díaz es un trotamundos del fútbol provincial sevillano. Empieza en el Nervión a los ocho años, pasando a los nueve a los escalafones inferiores del Betis, donde estuvo seis temporadas, y en las que guarda, según él, "los mejores momentos" de su vida "tanto a nivel futbolístico como personal".
Allí coincide con jugadores como Pozuelo, Manu Herrera, Álex Bernal o Manu Gavilán. Después de su aventura bética jugó en el San Juan y en el Recreativo de Huelva, para volver posteriormente al Nervión. Tras un paso por el Dos Hermanas, su último conjunto en España fue al Calavera, "el equipo de toda mi familia", apunta Álvaro.
Antonio Federero4 min lectura