Sevilla, una mina para el filial azulgrana

La calidad de la cantera del Barcelona es de sobra conocida por todos, entre los muros de La Masía se han formado grandes futbolistas de la talla de Iniesta, Xavi o Messi, que acaban convirtiéndose en los líderes del primer equipo culé. Por ello desde la ciudad condal se cuida mucho a sus pupilos y conscientes de que en un futuro el Barcelona se pueda alimentar de sus cualidades, no reparan a la hora de invertir en la cantera. Por ello desde la secretaría técnica tienen mil ojos y siguen muy de cerca a los filiales de otros equipos en busca de captar joyas que terminen de esculpirse en Can Barça.

Sevilla es un lugar en el que suelen fijarse para sacar partido de los jóvenes talentos que juegan en los equipos de la ciudad. El último caso que se ha conocido es el de Sergio Rodríguez, canterano del Betis que se irá cedido las dos próximas temporadas al Barça B. El atacante está a punto de firmar su renovación por cuatro años con el Betis y una de las condiciones de su nuevo contrato es que los dos primeros cursos los pase en la ciudad condal, además el club catlán se guardaría una opción de compra.

La misma fórmula fue la que se usó con Luis Alberto. El delantero formado en la carretera de Utrera está jugando esta temporada en calidad de cedido en el filial blaugrana dónde ha logrado explotar y encandilar a muchos equipos, entre ellos al Sevilla que ya lo quiere de vuelta. Con el de San José del Valle también se acordó una opción de compra por parte del Barcelona aunque por ahora parece que no se llevará a cabo y el gaditano regresará al equipo nervionense en junio.

Pero Luis Alberto no fue el primer jugador por el que negoció el club azulgrana con el Sevilla para su filial. Hace dos temporadas la entidad catalana fichó a Rodri. El Barcelona se lo llevó por un millón y medio de euros y firmaron un contrato de vinculación por cuatro temporadas, pero Rodri no tuvo mucha suerte y tras un primer año muy gris el club decidó cederlo  al Sheffield Wednesday, donde tampoco gozó de muchas oportunidades y en el mercado invernal fue el Zaragoza de Jiménez el equipo que solicitó hacerse con sus servicios.

El idilio entre el Sevilla Atlético y el Barça B viene de lejos y tiene más protagonistas, como David Sánchez. El conjunto azulgrana se hizo con el jugador en el año 2000, y militó en las filas del filial catalán hasta 2003, donde tuvo la oportunidad de jugar entre otros con Iniesta. Llegó a debutar incluso con el primer equipo. Su última temporada en el Barcelona hizo que el centrocampista se hiciera un buen cartel en el mercado y el Albacete fue el que logró su cesión. Allí el sevillano continuó creciendo e incluso Rijkaard lo quiso de vuelta a la ciudad condal pero, éste prefirió seguir en el Albacete.

Otro de los futbolistas que se llevó el Barcelona para seguir nutriendo a su cantera es el ahora jugador del Granada, cedido por el Benfica, Nolito. El delantero de Sánlucar de Barrameda fue fichado para el filial azulgrana procedente del Écija en julio de 2008. Nolito sí tuvo más suerte que Rodri, e incluso fue convocado varias veces por Pep Guardiola con el primer equipo, donde llegó a anotar un gol contra el Ceuta en Copa del Rey. Aún así, a final de la temporada 2010/2011, el sanluqueño decide marcharse al Benfica para continuar su progresión. Sus comienzos en el equipo portugués fueron bastante buenos anotando varios goles, pero tras una temporada poco vistosa, el club luso decidió cederlo en este mercado invernal al Granada.

El caso opuesto a todos los anteriores lo protagoniza Diego Capel. El almeriense fue reclutado cuando jugaba en un equipo de su ciudad para forjarse en La Masía, allí no consiguió adaptarse y volvió a su tierra natal. El Sevilla que lo había estado siguiendo se interesó por él y lo reclutó para el filial rojiblanco, teniendo que pagar a la entidad azulgrana cierta cantidad por la compra del jugador. Aquí en la capital hispalense sí se adaptó a la perfección y se hizo un hueco en el primer equipo.

Y es que al igual que la ciudad condal está llena de andaluces que en su día emigraron en busca de mejorar su situación, el equipo azulgrana también se nutre de jóvenes promesas procedentes del sur que refuerzan la calidad de la cantera culé.