El 'nómada' Son (Alcalá) ya está en la pista de despegue

El Alcalá está siendo la sensación en Tercera. El conjunto dirigido por Jesús Galván está deleitando con un juego vistoso y combinativo, gracias al estilo animoso que ha impuesto el que fuera segundo técnico del Sevilla Atlético, que se ha rodeado de un grupo de jóvenes futbolistas que están llamando a las puertas de categoría superiores.


Este es el caso de Son. El jugador, de tan solo 19 años, ha encontrado en el conjunto panadero el trampolín necesario para relanzar su trayectoria. "Estoy particularmente satisfecho, todo marcha muy bien y estoy subiendo como la espuma. Ahora mismo estoy en una nube; me encuentro con muchas ganas de jugar y entrenar. El equipo está jugando muy bien, tocamos la pelota, somos un grupo joven y un cuerpo técnico extraordinario. Espero pegar el año que viene otro salto", declaró el sevillano.


Pese a su juventud, Francisco Hidalgo, conocido futbolísticamente como Son (apelativo puesto por sus amigos desde la infancia) había perdido la ilusión de poder alcanzar notoriedad en el mundo del fútbol. Militó en el Betis en benjamines y alevines, durante tres años, para pasar luego una temporada en el Sevilla Este y otra en el Cerro.


De Hytasa saltó al Huévar, donde su entrenador en el Betis, Camacho, lo reclutó. En el club hervense encontró estabilidad y permaneció cuatro campañas, saltando después al Nervión. "Me marché allí porque estaban mis amigos, sin pensar en otras metas. Era juvenil de segundo año y jugué en el Preferente, pasando al División de Honor la pasada temporada, y enfrentándome a equipos como Málaga, Sevilla o Betis, me volvió a entrar el gusanillo de querer llegar lejos. El Nervión me puso en el escaparate y en el Alcalá estoy encontrando estabilidad", declaró este polivalente jugador de ataque que, aunque su posición preferida sea la media punta, se desenvuelve con acierto también en las dos bandas.


Aparte de sus cualidades futbolísticas, Son sobresale por su carácter ganador. Hay que destacar que la pasada temporada alternó el División de Honor del Nervión con el sénior de Primera Andaluza, siendo siempre de los más destacados. "Había semanas que jugaba sábado y domingo. No me gusta perder ni en los entrenamientos. Me siento seguro de mí mismo; en el sénior era yo quien ponía la música en el vestuario. Si no confío en mí mismo, quién lo va a hacer", dijo.