El
Coria vive su mejor momento de la temporada. Tras un comienzo de campaña bastante agrio, con muchas imprecisiones y con bastante inseguridad, los corianos están realizando su mejor juego para obtener doce de los últimos quince puntos puestos en juego.
Mariano
Suárez, técnico de los amarillos, dio un cambio a su sistema táctico en el encuentro contra la
Lebrijana que acabó con un marcador de cuatro goles a uno. Dejó de lado los sistemas clásicos del 4-5-1 y el 4-4-2 con bandas para pasar con un 4-4-2 con el centro del campo en rombo. El resultado fue inmejorable y se vio un juego y un fútbol que recordó por momentos a la temporada pasada donde se luchó por el ‘play off’. El cambio en el mediocentro se buscó con el objetivo de acoplar a jugadores que combinan experiencia y mucha calidad.
Israel ocupa el lugar de jugador más retrasado en la media y está escoltado por
Jorge en la izquierda y por
David Rodríguez en la derecha. La llegada del coriano procedente del
San Juan ha sido esencial para dotar de mayor equilibrio, fuerza y calidad.
Finalmente, el rombo lo cierra
Rubén Sánchez. El talentoso mediapunta ha dejado atrás su lesión de inicios de temporada y sus minutos como delantero para jugar en su posición natural donde es el guía del equipo.A pesar de ello, la zona media no es la única revolución que ha vivido la escuadra.
La delantera, que también ha sido un foco de problemas y dudas, ha encontrado ya a sus definitivos titulares. Y estos han sido algo inesperados para todos. El técnico de los del Guadalquivir le ha dado el mando y la obligación del gol a dos extremos a los que ha reconvertido en puntas.
Curro y
Baraja se han hecho dueños y señores de la ofensiva a base de mucho trabajo, sacrificio y gol.
Quizás este no haya sido el mejor año para el Coria pero la segunda parte está haciendo disfrutar a jugadores y afición.