El bravo lateral ribereño disfruta de su titularidad, la racha del cuadro ribereño y la convocatoria de la selección andaluza sénior, todo tras superar una tuberculosis al inicio de Liga.
-¿Cómo fue todo al inicio de la temporada?- Durante la pretemporada fue todo perfecto, hasta el primer partido ante el Betis B que jugué. Todo empezó a complicarse posteriormente, la semana siguiente.
-¿Qué ocurre durante esos días después del estreno liguero?- Empiezo a sentirme mal. No sé por qué es pero no tengo fuerzas para nada. Tengo que ingresar en el hospital y me dicen que tengo neumonía, que luego desemboca en una tuberculosis. Puede sorprender, pero los médicos me dijeron que no fui la única persona que la cogió.
- ¿Cómo vive su enfermedad?- Mal. A nadie le gusta estar hospitalizado y yo me llevé 20 días allí. Perdí ocho kilos. Fueron días muy duros en los que la familia, amigos, compañeros de equipo y trabajo me apoyaron mucho y me dieron muchos ánimos. La verdad es que no puedo tener quejas de nada.
- ¿Y cómo fue ese lento proceso de recuperación?- Una vez salgo del hospital, los médicos me recomiendan ir poco a poco, que vaya viendo qué sensaciones tengo. Empiezan las largas caminatas; una alimentación controlada para recuperar los kilos perdidos; luego, la carrera continua para finalizar con la vuelta al balón, ejercicio con los compañeros y volver a ser uno más del grupo aguantando la misma carga de trabajo.
- Lepe fue el final del túnel...- Después de casi una primera vuelta vuelvo en Lepe en la jornada 17. Y ya en la 18 soy titular ante el Alcalá (22 de diciembre). Tres meses después de caer enfermo se ve la recompensa y por fin se deja atrás la enfermedad.
- ¿Qué papel tuvo tu técnico, Mariano Suárez?- Se interesó por mí y me dio un abrazo cuando volví. Eso te hace pensar quién mira por ti y quien está contigo.
- Las buenas noticias se acumulan ahora, con la convocatoria de la selección andaluza ¿Es el mejor momento de su vida deportiva?- Podemos decir que sí. Con constancia, trabajo y esfuerzo han llegado buenos momentos. La convocatoria es una recompensa a ello.
- ¿Lo esperaba?- No, la verdad. Es un premio. Pero lo que pretendo ahora es disfrutar al máximo y defender el escudo del Coria cada fin de semana y aprovechar estos partidos que quedan, ya que me he perdido casi una vuelta.
- Respecto al equipo, este pasa por su mejor momento...- Ahora estamos en una racha positiva. Ganamos y confiamos en nuestras posibilidades. Al principio hubo partidos titubeantes, en los cuales perdimos y empatamos muchos en los últimos minutos.
-¿Qué ha cambiado?- Antes era un cúmulo de errores. Sabía que los arreglaríamos y ahora vamos de alegría en alegría. Sabíamos que eramos jóvenes y el objetivo era la permanencia.
- Ha compartido vestuario con otros laterales izquierdos como Otón o David Feito. ¿Qué ha aprendido de ellos?- Son dos grandes personas y compañeros y a los dos les puedo llamar amigos. He aprendido mucho de ellos.