(Gerena) Más de 160 kilómetros teñidos de rojo y negro

El miércoles Gerena vivió un día muy especial. Su equipo jugaba uno de los partidos más importantes de su historia a más de 160 kilómetros de distancia, y la afición gerenense no dudó en aguantar las seis horas de carretera (tres de ida, y otras tres de vuelta) con tal de acompañar a los suyos en Marbella. Trabajo, familia, estudios... nada impidió que los mineros estuviesen arropados en un frío y lluvioso día laboral. Un equipo grande con una afición igual de grande.

"Mereció la pena. Fueron muchos kilómetros, pero lo que estamos viviendo es un auténtico sueño", comenta Miguel Romero, quien sólo durmió cinco horas para ver a su equipo pasar a cuartos de final de la Copa Federación: "Llegué a mi casa a las dos, y a las siete me levanté para trabajar, pero más feliz que nunca. Y por la mañana había trabajado, así que entre una cosa y otra me metí 900 kilómetros".

A Carmen Torres le sirvió un móvil para ejercer de improvisada cronista con tal de que su marido estuviese informado de lo que iba ocurriendo en el Municipal. "Rafa no pudo jugar por trabajo, así que le fui contando lo que iba pasando a través del whatsapp y con mensajes de voz", comenta la esposa del capitán del Gerena, orgullosa por lo hecho por el conjunto rojinegro: "Cuando paró Guille lloré de emoción... Lo de este equipo no tiene nombre, y en la próxima eliminatoria, llueva o haga viento, me apuntaré a otro viaje".

Otro familiar, en este caso del míster, tampoco quiso perderse la gesta gerenense. Encarnación Vega se sincera que se ha apuntado a la moda a aúltima hora. "No soy muy futbolera, pero ahora sigo al Gerena porque esto aquí no se ha vivido nunca. Fuimos en un microbús y lo pasamos bomba. Vimos la nieve, estuvimos en la playa, y yo nunca había estado en un campo tan grande", admite la tía de José Juan Romero, igual de feliz que Lucas Nogales, habitual colaborador en el club: "Yo llevo en esto desde que empezó, hace ocho años, así que lo he vivido todo. Pero esto es un torneo oficial y a nivel nacional, es una cosa espectacular". Y a Álvaro Arias le tocó pedirle a su jefe salir antes de la agencia de comunicación donde trabaja. "El Gerena está haciendo algo grande, así que lo comprendió. Yo puedo decir que estuve allí, y será dentro de un tiempo cuando se valore lo que está ocurriendo".