Un Cabecense que ha sabido navegar en la marejada

El Cabecense se está erigiendo como uno de los conjuntos más en forma actualmente en el Grupo X de Tercera. En los diez partidos disputados en la segunda vuelta, el conjunto rojinegro ha sumado 18 puntos después de ganar cinco de ellos, empatar tres y perder dos. En una hipotética clasificación de este segundo tramo liguero, sería quinto, sólo superado por los cuatro equipos que están a día de hoy en 'play off' (Algeciras, Gerena, San Fernando y Sanluqueño).

Sin duda, un dato a destacar, y más para una escuadra que llegó a ocupar puestos de descenso. Fue en la jornada 19 y después de encadenar diez encuentros sin vencer, lo cual se llevó por delante a Alonso Ramírez y trajo consigo a Antonio Gil. El técnico sevillano ha sabido reconducir la situación a base de transmitir tranquilidad y confianza a sus jugadores, y en la planta noble ya piensan en una posible renovación de cara a la próxima temporada si las cosas siguen yendo tan bien.

Y eso que Gil no conoció el triunfo hasta su tercer partido al frente del banquillo del Carlos Marchena, ya que en su debut empató a cero en Conil, y después perdió 2-1 en Algeciras. La derrota en el Nuevo Mirador, con los goles algecireños en el 86´ y en el 89´, dándole así la vuelta al de Reguera en el 35´, fue sin duda un punto de inflexión para un Cabecense que, a partir de ese momento, supo que podía competir ante cualquiera.


Madruga, un fijo en la portería tanto para Ramírez como para Gil
Carlos Madruga se ha asentado en la portería del Cabecense, una demarcación que ha sido la que menos cambios ha sufrido a lo largo de la presente temporada. El que fuera portero de Mairena o San Roque ha disputado 29 de los 31 partidos de su equipo, sólo faltando ante San Roque y Ceuta, en los que jugó Iván Casas. Lleva 34 goles encajados, promediando 1,23 por encuentro. Ha tenido la confianza de Alonso Ramírez, y ahora de Antonio Gil.


Bucarat y Cachana, dos baluartes en la zaga rojinegra
No empezaba bien el curso para la zaga del Cense, ya que Cachana no podía ser de la partida hasta la jornada 10 por estar lesionado. Así, era el joven Bucarat quien se echaba la defensa a sus espaldas. Con 20 años recién cumplidos, este lateral zurdo reconvertido en central es el líder en la zona de atrás, lo que no le ha impedido ver portería (con golazos incluidos). Con Cachana ya recuperado, forma ahora una dupla de garantías (entre ambos llevan cinco goles), la cual está bien flanqueada por Salas y Francis, sin olvidar a Iván Maldonado, que también comenzó con mal pie al romperse el codo en la jornada 1. Además, el capitán Humberto decidió retirarse con la Liga en marcha.


Guti y Marrufo, una mezcla muy fructífera de veteranía y juventud
El experimentado Guti es pieza básica en el Cabecense. A pesar de ser mediocentro, es el máximo goleador del equipo rojinegro con seis dianas. Su faceta goleadora se compenetra a la perfección con el joven Marrufo, jugador que, quizás, sea el fiel reflejo de la reconducción del Cabecense en las últimas semanas. El exsevillista anda muy en forma, y eso lo nota su equipo.


Wojcik, Kevin, Edu Calderón y Salvi, competencia perfecta para Gabriel
El mercado invernal trajo consigo a Wojcik y Salvi. El primero ya lleva tres dianas, y el segundo aún no ha podido tener continuidad, si bien su virtud goleadora está fuera de toda duda, como demostró el año pasado en el Alcalá. Antes llegó Edu Calderón, que puede moverse por varias zonas de ataque. Su fichaje, junto a la vuelta de Kevin tras breve paso por el Cádiz B, aumentan la competencia para un Gabriel que se quedó muy solo tras las marchas de Riki, Navas y Carlitos.