(Coria CF) "Joaquín Salgado fue el mejor presidente"

Coria del Río rezuma fútbol. El balompié en la localidad ribereña traspasa la frontera del deporte y ese sentimiento lo llevaba inculcado desde su niñez Joaquín Salgado Grajea.

El que fuera presidente de la entidad del Guadalquivir durante diecisiete años, repartidos en dos etapas, falleció en la madrugada del sábado 16 al domingo 17, tiñendo de luto la Coria futbolística. Hablar de Joaquín Salgado es hacerlo de una de las personas más influyentes en el fútbol coriano y de las figuras futbolísticas más respetadas en el balompié sevillano a nivel federativo.

Su paso por la presidencia del Coria fue brillante. En su primera etapa, comprendida entre 1979 y 1983, se logró el ascenso a Tercera división en la 79/80, con José Herrera Palacios como entrenador. En el segundo periodo de mandato, comprendido entre 1997 y 2010, con Salvador Ocaña en el banquillo, el conjunto ribereño logró el ascenso a Segunda B en la 98/99.

Tras los descensos (el Coria llegó a militar en la Primera Andaluza en las temporadas 06/07 y 07/08) volvió a Tercera en mayo de 2008, con Joaquín Salgado y Juan José Sánchez Herrera como presidente y entrenador, respectivamente.

El coriano se marchó del sillón presidencial en 2010, tomando el relevo Pepe Carvajal. Además de sus logros deportivos, destacando la presencia tanto de figuras corianas como la de grandes exfutbolistas como técnicos (Joaquín Parra, Juan Carlos Álvarez, Francisco López Alfaro...), Joaquín Salgado hizo que el Coria expandiera una imagen de entidad seria y respetada. “Se pagaba siempre del 1 al 3. Y Joaquín pagaba bien, no las cantidades de ahora”, recuerda Juan Pérez Cañestro ‘Juanito’, sempiterno miembro de la secretaría técnica amarilla.

Su amor por el Coria hizo que no lo abandonara cuando le llegaron propuestas para enrolarse en la federación. Hombre hecho a sí mismo, inteligente, trabajador e inquieto, Joaquín Salgado hizo del Coria su vida, costándole tiempo y “mucho dinero”, como sus más allegados reconocen. “El Coria está en paz conmigo”, dijo cuando se marchó de la presidencia. Por ello, no sorprende que su despedida fuera masiva.