Pocos equipos pueden presumir de haber hecho historia en la primera jornada, pero esto le ocurrió al Diablos Rojos, uno de los equipos revelación del campeonato en Segunda Andaluza. La razón, la facilita su entrenador, Agustín Núñez: “La última temporada del Diablos Rojos en Preferente fue hace 20 años, y no ganó ningún partido”.
Por ello, el 4-1 endosado al Soleá en la primera jornada sirvió para escribir una nueva página en la historia del club torrealbense, aunque no la última. “La idea es mantenerse donde estamos, entre los seis o siete primeros. Sería un pelotazo. Este es un equipo de barrio, con recursos muy limitados, y nos cuesta salir adelante”, declaró el entrenador rojillo.
El buen comienzo de Liga de los torrealbenses ha hecho que conjuntos de superior categoría se hayan interesado en sus principales futbolistas (Pipi, su jugador más destacado, firmó por el Cabecense), pero el inicio de 2016 ha hecho olvidar su mal final de 2015. “Diciembre ha sido muy malo entre salidas, lesiones, sanciones y razones laborales. Llevamos trabajando desde el 25 de julio y es una faena que nos desmantelen el equipo. Pero las vacaciones han servido para reponernos y reorganizarnos”, declaró el preparador alcalareño, que ha visto cómo su equipo empató en La Algaba y venció frente al Soleá.