Marcos Márquez: "No descarto volver a entrenar"

Pichichi de la Segunda división en el curso 2006/07. 86 goles en la Categoría de Plata repartidos entre el Atlético de Madrid B, el Córdoba, Las Palmas y el Salamanca. Ahora, Marcos Márquez, tras ser entrenador, afronta su segunda temporada como presidente del Soleá, conjunto que milita en Segunda Andaluza.

- ¿Por qué el paso a los despachos?
Fue fruto de la casualidad. Cuando me retiré tenía la intención de entrenar, quizá no a nivel profesional. Al estar al frente del equipo sénior del Soleá me propusieron ser presidente del club. Mi perspectiva de las entidades era diferente. Me pareció interesante para conocer cómo funciona y se gestiona un club de fútbol. La experiencia está siendo bastante positiva.

- Su situación es diferente a la de otros ex futbolistas...
Cuando terminé mi carrera como jugador no me planteé el seguir vinculado al fútbol a nivel profesional, sino más como un ´hobby´. Tuve posibilidades de continuar en el mundo del fútbol. Lo que hago hoy día me entretiene; me gusta el fútbol base y modesto.

- Intentó continuar jugando como jugador amateur en el Calavera...
Comencé de ayudante junto a Manuel Herrera en el juvenil del Calavera para conseguir experiencia. En ese momento me propusieron desde el club que jugase en el equipo sénior y, tras pensarlo mucho, decidí que sí para quitarme el ´gusanillo´. Me duró poco, preferí jugar con los amigos.

- ¿Qué es más complicado: meter goles o dirigir un club?
Para mí es más complicado dirigir al club. Cuando era jugador sabía cómo meter goles, que los metiese o no era otra cuestión.

- De pichichi en Segunda hace 10 años a ser presidente de un club...
En ese momento no me lo hubiese creído, un poco más adelante sí, cuando veía acabar mi carrera sí me vino la idea de vincularme al fútbol a otros niveles. En aquella época no me lo planteé.

- Se tiene la percepción de que el Soleá es un club problemático...
Trabajamos para cambiar esa idea. En un solo año hemos rebajado las sanciones casi en un 50% con respecto a otras temporadas. Nos consta que la imagen es mala, y no es cierto, queremos resolverlo.

- El nivel de las categorías inferiores del club ha bajado...
Es cierto, a nivel deportivo las cosas no están funcionando como queríamos. Para mejorar la idea es abrir las puertas a niños de cualquier punto de Sevilla con el fin de intentar tener en cada categoría a un equipo en la máxima división.

- El equipo sénior es el ´farolillo´, ¿se esperaban este inicio?
No. Es un equipo recién descendido y el objetivo era estar entre los primeros clasificados. Es cierto que ha habido muchos cambios en la plantilla y el proceso está siendo más complicado de lo que esperábamos. Hemos dado un paso atrás para fortalecernos, meter savia nueva y crecer. Seguro que el equipo va a salir de la situación actual, pero sabíamos que iba a ser difícil.

- ¿Se sufre más por el hecho de haber sido el entrenador en el curso anterior?
Sí, la temporada pasada fue mala, por ello dejé el cargo; no cumplimos el objetivo. El estado anímico de los jugadores y el cuerpo técnico quedó bastante tocado. La desbandada de este curso dice mucho de lo que fue la campaña pasada, fue un chasco para todos. Todo ello tiene parte de culpa en el arranque de esta temporada.

- ¿El fútbol humilde es el verdadero fútbol?
Es diferente, es la cuna, los inicios de todo posible jugador. Para mí la esencia realmente era cuando jugábamos en la plaza y te llevabas todo el día con el balón. Además, los entrenadores no estaban tan preparados como ahora. La esencia la encontraría mucho más atrás.

- ¿Cuáles son las ambiciones, los sueños de Marcos Márquez?
- Estoy contento en el proyecto del Soleá, el compromiso es por cuatro cursos. A corto plazo es lo que me apetece; intentar cambiar la estructura del club y crecer como entidad. Mi pasión es entrenar, este año no lo hecho porque el curso pasado fue muy complicado. No descarto tomármelo algún día como profesión.

No jugó en primera
El delantero sevillano perforó las porterías de Segunda división durante 10 temporadas. Sin embargo, no dio el salto a la máxima categoría del fútbol español, a pesar de que tuvo "oportunidades". Nunca sabrá su hubiese tenido el nivel suficiente: "Esa duda me va a quedar para siempre. Ahora mismo me arrepiento de no haber dado el paso. No sé dónde estaba mi límite, tuve la oportunidad varios años pero valoré otras cosas que eran importantes".