Después de ocho partidos sin hacerlo, el Cabecense se reencontró con la victoria al doblegar al Écija por 1-0, y lo hizo jugando de nuevo en inferioridad en su estadio. Esta tónica es ya habitual en los rojinegros cuando comparecen como local. El equipo dirigido por el tomareño Manuel Luque no lo está teniendo fácil en sus compromisos en el Carlos Marchena y en la mayoría de sus envites ha tenido que remar contracorriente.
Hay que recordar que de los seis partidos jugados como local, en cuatro no ha acabado con once. El primero, frente al Coria, sumó los tres puntos, pero remontando el 0-1 amarillo para finalizar con un 2-1. El segundo partido como local tuvo que apelar a heroica; vencía por 1-0 contra el San Roque de Lepe pero en el 41´ eran expulsados Cachana y Pulet, lo que hizo que los leperos remontaran (1-2), aunque el ´Cense´ fue capaz de rescatar un punto.
Después llegó el Gerena. Juanma Marchante fue expulsado en el 66´ por doble amarilla y seis después Iván Navarro abrió el marcador visitante. Posteriormente, doble comparecencia como anfitrión. Empató a cero contra el Utrera, partido en el que Salas se marchó antes de tiempo en el 64´. Luego,
acabó con once ante el Algeciras y el pasado domingo contra el Écija disputó un total de 65´ con diez por la expulsión de Reguera por doble amarilla.En total, 540 minutos jugados como local, 164´ de ellos en inferioridad, un 30,37 por ciento del tiempo jugado en el Carlos Marchena. Sin duda, un serio hándicap para un Cabecense que presenta un balance de dos victorias, dos empates y dos derrotas en los seis encuentros disputados en su feudo.
Carlos Vizcaíno2 min lectura