El calvario de Guti llega a su fin

El calvario de Guti llega a su fin
- Carlos Vizcaíno
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno4 min lectura
El próximo 31 de enero finaliza el plazo de fichajes en Tercera. Es el tiempo marcado por la federación para que aquellos conjuntos interesados inscriban a sus nuevos refuerzos. Este es el deseo del Cabecense, aunque en el caso de la entidad del Carlos Marchena el nombre que está más cerca de inscribir es un viejo conocido: Antonio Javier Gutiérrez Candela 'Guti'.

El 'todocampista' palaciego, santo y seña del 'Cense' en las últimas temporadas del club, está cerca de regresar a los terrenos de juego después de dos temporadas marcadas por las lesiones.

"Me encuentro como un niño chico. Para mí es el mejor regalo de Reyes que me podían dar", reconoce Guti, que ha pasado de jugar 38 partidos en la 14/15 a 24 en los dos últimos ejercicios ligueros.

Sus primeros problemas físicos comenzaron allá a finales de 2015. Disputó las primeras jornadas y ya no reapareció hasta el epílogo del campeonato, disputando el tramo final de la 15/16. "Lo que en un principio parecía una lumbalgia, finalmente, fueron dos hernias discales", relata el polivalente jugador rojinegro, que no se ha operado de esta dolencia, ya que "el tratamiento que me pusieron de inyecciones de ozono me fue muy bien y la inflamación de las vértebras bajó".

Sin embargo, los males de Guti no finalizaron ahí. En la pretemporada de la 16/17 trabajó duro en verano para alcanzar un estado físico óptimo y comenzar como uno más la temporada, aunque en un entrenamiento dio inicio a su nuevo calvario.

"En una sesión sufrí una molestia en la rodilla (derecha) y no pude empezar la temporada", recuerda el palaciego. No reapareció hasta la jornada 14, disputando siete encuentros más hasta que el 22 de enero del pasado año, ante el San Roque de Lepe, en tierras onubenses, su rodilla dijo basta.

"Tenía roto el ligamento cruzado y el menisco, y jugué varios partidos así. No pensaba que la rodilla estaba tan mal. Por mi musculatura la rodilla estaba estable y jugué algunos partidos así, pero en Lepe ya me tuve que operar. Luego, cuando me operaron (marzo) me extrajeron el menisco y me reconstruyeron el cruzado. Tenía la rodilla de goma", señala entre bromas Guti, que después de dos años duros desde el punto de vista deportivo, marcados por las lesiones, afronta la recta final: "Cuando me operé dije que ya no iba a jugar más por la lesión y el trabajo, aunque luego comencé a entrenar para quitarme un poco el 'mono' y te das cuenta que quien ha vivido esto no puede dejarlo tan fácil. Llevo tres meses entrenando con el equipo, con algunas limitaciones, pero ya apenas sin dolores y deseando volver a jugar en el Carlos Marchena delante de la afición".
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