El filial del
Sevilla se encuentra inmerso en una mala dinámica desde comienzos de temporada, de la cual no es capaz de salir. Tras un ascenso heroico hace dos campañas y un buen rendimiento en el curso pasado, parece que el equipo se ha desmonorado.
En estos momentos es colista de la
Liga 1|2|3 con tan solo 16 puntos y dos victorias en 29 jornadas. La salvación la tiene a 17 puntos, la cual se antoja casi imposible.
Dicha historia con los filiales no es nueva, ya que se asoman a un nivel mucho más alto. Sus canteranos se exhiben y a final de temporada muchos vuelan hacia otros clubes por falta de oportunidades en el primer equipo.
En el presente siglo, son varios los filiales que han seguido esta misma línea. El primero de ellos fue el
Málaga B, el cual se instalaba en la categoría de plata en la temporada 03/04. El filial de la
Costa del Sol se salvó dos temporadas seguidas de forma justa, pero en la campaña 05/06 no lo conseguía y quedaba en descenso a final de temporada. Posiblemente, fue debido al mal rumbo del primero equipo, que confirmaba varias jornadas antes de terminar
LaLiga su descenso, por lo que su segundo equipo sabía que el cambio de categoría era algo seguro.
El propio
Sevilla Atlético de hace una década parece el reflejo del actual, ya que lleva la misma trayectoria. En la 07/08 realizaba una muy buena campaña, donde conseguía quedar noveno. Pero a la siguiente temporada descendía como colista y con solo 19 puntos, solo tres más de los que acumula actualmente.
La misma historia tuvo el
Real Madrid Castilla en dos ocasiones. Se salvaba tranquilamente en las temporadas 05/06 y 12/13 y en los respectivos siguientes cursos volvía a
Segunda división B.
El caso más reciente de que el filial no triunfe en segunda es el del
Bilbao Athletic, que solo estuvo en la temporada 15/16 y bajaba como colista sin dejar su huella en la categoría.
Sin embargo, existen casos en los que los filiales no solo realizan varias temporadas buenas, sino que si pudieran hubieran intentado subir a
Primera división incluso.
Es el caso del
Barça B, el cual estuvo durante cinco campañas en
Segunda. Con
Luis Enrique en el banquillo y
Eusebio posteriormente, conseguía quedar siempre entre los primeros. Desde la 10/11 hasta la 14/15 se mantuvo en la categoría, quedando en dos ocasiones como tercer clasificado. Finalmente descendía como colista. En la presente campaña ha vuelto a dicha división e intenta mantenerse fuera del descenso.
También, cabe destacar al filial del
Villarreal, que se mantuvo durante tres temporadas en
Segunda. Desde la 09/10 a las 11/12 conseguía los puntos necesarios para evitar el descenso. Pero tuvo que bajar a la categoría de bronce del fútbol español debido al descenso del primer equipo.
Lo norma en los filiales de los equipos de
LaLiga es que en la primera temporada rindan de buena forma y tras la fuga de futbolistas vayan a menos. El
Sevilla Atlético perdió a piezas claves en verano como
Ivi,
Diego González o
Borja Lasso, lo cual ha notado. La salvación se antoja muy complicada para los de
Tevenet, que no dejarán de intentarlo.