El amor de
José Gallardo por el deporte que ha ejercido a lo largo de trece años está más viva que nunca. Con una trayectoria profesional en la que destacan equipos como el
Real Betis o el Atlético de Madrid, el excentral ha decidido llevar su pasión por el balompié a otro nivel. Así lo determinó hace cinco años, cuando, tras colgar las botas en la División de Honor con el
A.D. San José, volcó su pasión por este deporte en la docencia de los más pequeños por medio de la creación de una
escuela de fútbol sala, anexa a su labor en el negocio familiar, el
Gimnasio Atlas, en activo durante más de 40 años, y especializado en un sinfín de prácticas deportivas como el tenis, el pádel o las clases dirigidas.
Lo que en principio empezó como un pequeño proyecto ligado a un centro de educación infantil, hoy en día avanza a pasos agigantados gracias a la confianza de más de 250 jóvenes que depositan en el exjugador verdiblanco su prometedor futuro.
Con la ambición de abarcar las distintas categorías y un nivel que ha hecho a la escuela conseguir importantes títulos, muchos alumnos han visto cumplido su sueño de iniciarse en el mundo del balompié, consiguiendo incluso el beneplácito de la
Federación Andaluza de fútbol.
El
Trofeo de Primavera o el mayor
Premio en el Campeonato de Sevilla son algunos de los triunfos que la escuela alberga. No obstante, a pesar de que los galones siempre dan garantías a las iniciativas emprendedoras, es principalmente el proyecto humanista que
José Gallardo ha decido llevar a cabo lo que diferencia a ésta, su academia, de las demás.
En un escenario social en el que uno de los deportes estrella se ha visto salpicado por la violencia y la antideportividad, el exjugador apuesta por educar a los futuros profesionales en aquellos valores que potencian el lado positivo del balompié.
De este modo,
Gallardo busca completar la educación de los más jóvenes "por medio de un balón", contribuyendo a que se formen en los buenos hábitos, el juego limpio y el respeto, sacando partido a un deporte que infunda una disciplina necesaria desde edades tempranas.
Con la humildad como bandera, a pesar de su extensa trayectoria profesional,
Gallardo apuesta por llevar a cabo esta labor en primera persona. Así, además de una continua formación futbolística, el sevillano no duda en vestirse de corto para entrenar a sus pupilos y transmitirles su conocimiento y la forma correcta de entender este deporte.
Un 'staff' irremplazableSi de algo presume Gallardo es del equipo que lo ha acompañado en esta aventura. Así, el exjugador destaca el apoyo incondicional de su cuñado
Antonio José o su sobrino
José Antonio, sin olvidar la colaboración de sus fieles monitores,
Alejandro y Jose Miguel, valedores de un proyecto que cada día va a más.