Simeone moldea al Godín nervionense

Simeone moldea al Godín nervionense
El joven zaguero sevillano Montero presiona a Lacazette, en el reciente amistoso entre el Atlético de Madrid y Arsenal. - Carlos Vizcaíno
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno3 min lectura
El Atlético de Madrid ha sido uno de los principales animadores en el mercado estival de fichajes, con incorporaciones relumbrantes como Lemar, Gelson Martins o la de Rodrigo. No obstante, a la espera de la incorporación de los mundialistas, Diego Simeone no ha dudado en tirar para la gira realizada por Singapur de la brillante generación juvenil que el pasado año lo ganó todo y, entre ellos, un sevillano: Francisco Javier Montero.

El central hispalense fue una de las piezas claves del primer juvenil rojiblanco y, a sus 19 años, ya ha exhibido sus cualidades ante el entrenador colchonero, disputando 73' ante el Arsenal y el partido completo frente al PSG. "Nada más verlo, sabía que era un jugador diferente", señala Javi González, su entrenador en cadete en el Nervión, ya que Montero dio el salto al Manzanares procedente del club del Antonio Puerta.

El zurdo abandonó la cantera del Sevilla siendo infantil de segundo año, al no contar con él para el primer equipo, marchándose al Nervión junto a otros compañeros y amigos. "Jugó un año en infantiles y a la temporada siguiente era jugador del segundo equipo cadete. Yo dirigía al primero, y cuando lo vi, supe que era diferente. Hablamos con el chaval y su entrenador, y acordamos que aunque tendría ficha del segundo, iba a contar con él. Y así fue, acabó jugando muchos encuentros", recuerda el que fuera también central de, entre otros conjuntos, del Cerro: "Lo tenía casi todo: anticipación, salida de balón, un importante juego aéreo... Sólo tenía que mejorar a nivel táctico y emplear la derecha. No me extraña que Simeone se lo haya llevado; es muy bueno".

Aquel verano (2013), el Atlético de Madrid encarriló su fichaje. Un ojeador rojiblanco lo vio en un partido con la selección sevillana y lo captó. Betis y Sevilla intentaron infructuosamente convencerlo y Montero salió rumbo a Madrid. Su primer año, en el cadete A rojiblanco, lo pasó mal, pero a la temporada siguiente, ya en el juvenil C, comenzó a destacar.

"Es un niño que ha aprendido a jugar en la calle, ha jugado al fútbol en la plazoleta y se nota. No tiene miedo a nada, nunca se arruga. Me alegro mucho por él", sostiene Javi González.
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