Triana, un barrio con el fútbol corriendo por sus venas

Triana es uno de los barrios más emblemáticos de la capital hispalense, algo que se traslada también al mundo del balompié. Así, el Triana CF, fundando 1917, es el equipo más antiguo del barrio en matería de fútbol, a dos años y pocos días para celebrar su centenario.


Sin embargo, con casi 98 años de existencia, no atraviesa su mejor momento, ya que al equipo se ha encontrado con circunstancias extradeportivas que han hecho que este pasado verano fuera más movido de la cuenta. Por partes, el equipo femenino descendió el pasado curso desde Segunda división, y en principio se iba a continuar con la escuadra en Segunda Andaluza, pero la falta de capital, unida a la de efectivas para la causa, hicieron que la directiva tomara la decisión de quitar el sénior de las féminas.


“Era algo muy costoso y había poca implicación. Se intentó hacer un equipo, pero había falta de efectivas y de recursos. Se intentó, pero no encontramos niñas suficientes”, declara Luis Rodríguez Fontanilla, presidente de la entidad sevillana.


Ante esa tesitura, el propio Luis comunicó la decisión a Irene Martínez y Rául Armario, técnicos del femenino: “Les informé de la situación y lo entendieron. Raúl está ahora en el masculino, hablamos con Juanma (Prado) y sin problemas”.


El máximo responsable indica que antes había mayores recursos, con las subvenciones del IMD o la Junta de Andalucía, gracias al concurso del femenino en Segunda división. Por tanto, el descenso deportivo supuso también un lastre en lo económico: “Hacemos lo que podemos con los recursos que disponemos. Nos gustaría que fuera de otra forma, pero hay veces que no puede ser”.


En relación, comenta que la situación económica ha afectado a la entidad, como a la gran mayoría de los equipos de fútbol. “En 2002, cuando yo llegué, teníamos apoyo de patrocinadores, y eso comenzó a acabarse en 2011, cada vez había menos. Ante la escasez de recursos hacemos lo que podemos”, explica.


“Mi ilusión es un equipo del barrio”
El presidente resalta, pese a las dificultades, el trabajo de los coordinadores de la cantera, la cual ha aumentado en estos años: “Mi ilusión es tener un equipo sénior lleno de gente del barrio, que vengan de las categorías inferiores”.


Pero todavía quedan algunas temporadas para que se cumpla el deseo de Rodríguez Fontanilla, ya que la categoría de juvenil no es tan completa en comparación con otros equipos. No obstante, sigue aportando algún que otro efectivo al primer equipo, que este año está teniendo más dificultades de lo esperado en la temporada: “Tenemos una plantilla corta porque algunos jugadores se fueron, y otros cayeron lesionados. Todo eso nos está afectando.”


Esas dificultades terminaron por superar a Juanma Prado, que decidió dejar la disciplina trianera el pasado 8 de diciembre, tras caer ante el U.P. Viso por 4-0, algo que cogió por sorpresa al presidente: “No me lo esperaba. Él nos había transmitido que le estaba costando. Incluso pensó en dejarlo, y lo llegamos a convencer en primera instancia. Pero después reconoció que estaba cansado. Pienso que se vio superado por las circunstancias”.


Tras la dimisión del míster sevillano se hicieron cargo del equipo Juan Guerrero y Raúl Armario, este último desde comienzos de año como segundo, y anteriormente como director de orquesta del equipo femenino. “Entre Irene y yo creamos el femenino hace cinco años, con una temporada en provincial, en la que ascendimos, y cuatro en Segunda. El año pasado, por desgracia, no pudimos mantenernos”, afirma Armario.


El míster considera que, a pesar de descender, hubieran vuelto a subir tras la presente campaña, aunque al final el equipo no llegó ni a tomar la salida: “Teníamos buenas jugadoras y creemos que podríamos haber ascendido, pero las circunstancias dijeron que no se podía”.


En cuanto al presente, afirma que Juanma Prado y Juan Guerrero, entonces director deportivo, le llamaron en verano para ser el segundo técnico del sénior, y ahora, tras la dimisión de Prado, está al frente del mismo, sin llegar a descartar quedarse hasta final de año: “Eso no depende de mí, pero claro que me gustaría, y más siendo del barrio”.