Kárate Zanshin: 'El espíritu permanece' cuando practicas kárate

Sin películas de Bruce Lee ni Van Damme. Sin Jackie Chan ni Jet Li. La influencia de un hermano es suficiente para quedarse prendado de las artes marciales y sentir la necesidad de practicarlas, construirse a sí mismo a partir de ellas y, finalmente, enseñarlas; llevárselas a todos aquellos que estén dispuestos a abrir su alma a una de las herencias más valiosas del 'Imperio del Sol naciente'.

Jesús Coronil supo a los once años que el kárate sería su vida. Vio a su hermano dar los primeros pasos en las artes marciales y ya nunca las abandonó. "No lo conocí por las películas, sino por mi hermano. Quería hacer lo que él", confiesa Coronil sobre sus inicios. De allí, al éxito: 20 Campeonatos de Andalucía, 13 medallas del Campeonato de España y metal de bronce en el Open de Milán, entre otros triunfos. "Estoy contento con mi carrera. Queda la duda de qué hubiera ocurrido si hubiese tenido más apoyo de la Federación, pero no me puedo quejar", reconoce Jesús.

Y todos esos conocimientos adquiridos quiso ponerlos a disposición de todo aquel que los demandara en la escuela Kárate Zanshin, fundada en 1999. "Desde que comencé a practicar kárate tuve la idea de acabar montando una escuela. Me imaginé haciendo esto de mayor y en ello estamos", cuenta Coronil al respecto de la fundación de su escuela, que actualmente se encuentra en la calle Nuestra Señora de los Dolores. Una escuela para niños y adultos, abierta a todos los públicos. "Anualmente tenemos entre 160 y 200 personas en la escuela. Estamos contentos", afirma el Maestro. "El kárate es lo más demandado, pero también impartimos clases de Krav Maga y Kendo", declara Jesús.

El Krav Maga es un sistema de defensa personal desarrollado en Israel y que está empezando a ser muy demandado en España. "No es un arte marcial, pero se aprende más rápido y la gente muchas veces prefiere eso antes que aprender kárate, por ejemplo. Además, tenemos la suerte de contar con uno de los monitores más experimentados", expone Coronil.

Asimismo, el trabajo con los más pequeños es uno de los principios básicos de una escuela. En Zanshin, Coronil les inculca los valores de las artes marciales, que van más allá de la propia representación en combate, y pule a las futuras promesas con las que cuenta. "Siempre hemos sido una escuela con una materia prima muy buena y actualmente también contamos con jóvenes que despuntan y consiguen campeonatos de Andalucía y España", explica Jesús con orgullo.

Además, Zanshin trabaja junto al AMPA de distintos colegios para dar a conocer las artes marciales en sus actividades extraescolares. Aquellos padres que sean reacios a que sus hijos practiquen este tipo de deporte por miedo a que se hagan daño, pueden estar tranquilos porque "el contacto nunca es explícito". "Puede ocurrir un accidente como en cualquier otro deporte, claro, pero cuando hay combate libre utilizamos todo tipo de protecciones", confirma Coronil.

Para el Maestro, a las artes marciales sólo les falta "un empujón por parte de los medios de comunicación, hacérselo llegar a más gente, porque esto gusta. Cuando algo perdura durante tantos años, es por algo. Las artes marciales aportan algo especial a las personas", manifiesta.

Por cierto, zanshin es la unión de dos palabras: 'zan', que significa permanecer, y 'shin', que se traduce como espíritu. Ambas palabras unidas expresan "el espíritu que permanece, que vigila". "Hay zanshin cuando en la noche mantenemos unos instantes de vigilancia hacia los actos realizados durante el día, observando detalles, cuidando resultados. Hay zanshin cuando se finaliza un combate y aun cuando el enemigo quedó vencido, el espíritu permanece alerta, vigilando". Pon zanshin en tu vida; practica kárate.