El análisis

Sin intensidad es 'bizcochable'

Isabel MoralesIsabel Morales
2 min lectura
Sin intensidad es 'bizcochable'
- Isabel Morales
Blando, frágil, vulnerable y mediocre. Cuando el Betis no imprime intensidad a su juego, como venía haciendo hasta ahora, es un equipo 'bizcochable', y si a eso se le suma un planteamiento en el que no aparecieron de inicio jugadores como Fabián o Ceballos, con mucho músculo en el centro del campo pero poco fútbol y un Athletic que ahogó la poca salida de balón verdiblanca con una impecable presión adelantada, el resultado es el peor partido, con diferencia, de la era Juan Merino. Los de Valverde supieron adaptarse mejor al terreno de juego. El Betis, con poca creación, se empeñó en circular mucho el balón, olvidando que en esas condiciones es bastante complicado y con las consiguientes pérdidas de balones (hasta un centenar, una burrada).

Su inexplicable relajación en La Catedral le valió un duro correctivo ante un Athletic que, sin Aduriz y con bastantes rotaciones en su once titular por su partido intersemanal, se fue al descanso ganando cómodamente tras dos zarpazos que dejaron en evidencia la laxitud de los verdiblancos.

En el primero, Sabin Merino ganó con facilidad la espalda de Pezzella, y aprovechando un pase medido de San José, fusiló a boca jarro a Adán, que poco pudo hacer para entonces. Y en el segundo, Mikel Rico, escorado a la izquierda, amortizó el desconcierto mientras sus compañeros pedían mano de Molinero (que no era) en el área. La intensidad no mejoró tras el descanso y, claro, llegó pronto el tercero. Ya con el partido resuelto, Merino dio entrada a Ceballos y Fabián, pero ya era demasiado tarde para la reacción.
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