Resolvió Setién la ecuación, por las bajas de Joaquín y Guardado, regresando a su clásico 1-4-1-4, con el que arrancó y jugó casi toda la primera vuelta, con Francis y Junior en los laterales; Mandi y Bartra en el eje de la defensa, y Javi García de pivote. Por delante, Camarasa y Fabián, que a veces se retrasaba para ayudar en la contención al muleño; y Boudebouz y Loren moviéndose con total libertad por todas las zonas de ataque; Rubén ejercía de referencia, aunque también caía a banda cuando el marbellí se prodigaba por arriba.
Sobre el papel, el dibujo era ese, pero el Betis inicia las jugadas con tres atrás, con Javi García incrustado entre los centrales para dar una salida más fluida al balón, una fórmula que ya utilizó contra el F.C. Barcelona, pero una vez superada la primera línea de presión alavesista, regresaba al 1-4-1-4-1.
Salía con relativa facilidad desde atrás y circulaba con criterio en la zona de medios, pero le faltaba conectar el último pase. Lo encontró de rebote, con la colaboración necesaria de Manu, que habilitó a Loren en la polémica jugada del 0-1. Con todo, el Betis estaba proponiendo más, aunque le faltaba alguien que supiera sacar más partido a los espacios que le estaba dejando un Alavés que cambió el guion tras le reanudación. El Betis perdió el control del balón, cedió metros y dejó que un Alavés más impetuoso se metiera en el partido arrebatándolo el centro del campo. Setién trató de recuperarlo retrasando a Javi García y dando entrada a Amat junto a Fabián. Se restableció el orden y Loren, que parece estar bendecido, cerró el partido.
Isabel Morales
