Opinión

Escenificar y ejercer la unión que se les presupone

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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Escenificar y ejercer la unión que se les presupone
- Joaquín Adorna
¿Mar de fondo o desplante anecdótico? Lancé esta pregunta después de la nefasta primera parte que el Sevilla hizo ante el Celta, la peor que se ha visto en los últimos años en el Sánchez Pizjuán. Y dejé el problema en manos de la experiencia de Emery y su sabiduría, ya contrastada, para llevar el timón de un vestuario que compite al máximo nivel. Aquellos sospechosos cuarenta y cinco minutos están pasando de desplante anecdótico, que ya está claro que lo hubo, a mar de fondo, existente de momento en forma de rumorología. Que todo empieza el día de Llorente, que aquello fue una falta de respeto a quienes se habían tragado las horas de trabajo y el intenso calor de pretemporada. Que se ha roto el equilibrio salarial y ahora unos, los nuevos fichajes, cobran mucho más que otros, los que ganaron la Europa League. Que no hay la unión de antes en el vestuario. Por sonar, suenan hasta rumores de alcoba... La caja de pandora que destapan las derrotas. Que algo pasa, y que no es bueno, ya es evidente, porque los propios futbolistas lo dejan entrever en sus manifestaciones. "Hay que echarle más huevos" (Vitolo). "A los que de verdad nos duele el Sevilla no bajaremos los brazos" (Iborra). Quizás haya un poco de todo. Varios pequeños trozos envenenados capaces de matar al más vivo de los equipos. Detectarlos y extirparlos. No hay otra solución posible. Emery, Monchi y Castro, por ese orden, tienen la obligación de hacerlo. Escenificando y ejerciendo ante el vestuario la unión que hasta hoy se les presupone. Un mínimo rastro de debilidad puede ser mortal. Para Unai, y para el propio Sevilla.
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