Opinión

Rubén Castro, el héroe discreto

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
Rubén Castro, el héroe discreto
- Joaquín Adorna
El gol de Rubén Como el gol de Abreu. ¿Qué hiciste Abreu? ¿Qué hiciste Rubén? ¿Por qué no la empujaste? ¿Por qué no la metiste? Si era tocarla. Méterla y ya ajustas cuentas en la barra de cualquier bar con Joaquín. Máximo riesgo. Máximo peligro faltando aún un mundo. Conociendo al Betis, marque usted el 0-3 y cierre el partido, que el Betis es capaz de regalar lo prohibido.

Rubén no falló un gol. Lo metió. Por la escuadra. Para callar a quienes puedan pensar que es un jugador camino de la retirada, empeñado en engordar sus cifras como histórico goleador del Betis. Los números ayudan, justifican muchas cosas, pero no reflejan el alma de la nobleza, de quienes respetan, de quienes desde el silencio mandan atronadores mensajes de respeto. Rubén habla poco. Lo justo. Sus actos dicen todo lo que su boca guarda. Quizás siente tantas cosas que ni él mismo es capaz de poner en orden, juntando letras, lo que su corazón expresa.

Piensen en Cristiano Ronaldo. ¿La habría empujado? ¿Habría dudado? ¿Habría respetado la genial jugada de su compañero? El fútbol tal cual está montado no da margen a la duda. A Ronaldo le montan pedestales que él mismo, sin decirlo, exige. Lo ingrato de quienes no levantan la voz. El error de una sociedad en la que cuatro gritos valen más que el respetuoso silencio de quienes prefieren vivir lejos de la popularidad. Gracias, Rubén, por ese golazo. La generosidad matando al egoísmo. A ver si aprendemos a aprender de los artistas.
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