LA OPINIÓN

Emery, desconectado

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
Emery, desconectado
- Joaquín Adorna (30/11/2015)
Prometió un equipo que emocionara a la grada, un equipo que no diera balón ni partido por perdido, pero el deseo ha quedado en propuesta sin fundamento, en promesa vacía de contenido, como cualquiera de las que hacen nuestros patéticos políticos.

¿Hay más equipo que entrenador? O mejor: ¿Hay mejores piezas para construir un Sevilla más sólido y competitivo? Emery va por su vereda, y sus jugadores, por otra que nada tiene que ver con lo que el técnico tiene en su mente. No hay quien lo entienda. Reyes e Iborra calientan, a Reyes y a Iborra los vuelve a sentar en el banquillo. Reyes, otra vez a calentar (que Emery -tan dado a los vídeos- analice el calentamiento de los suyos). Los minutos, en primera instancia, para Immobile, algo de la emoción que no transmite Llorente, y para Krohn Dehli después, ante los silbidos de una grada que quería algo de chispa y fútbol contra nueve y un partido sin cerrar.

Pobre. Muy pobre el Sevilla. Un muerto, el Valencia, contra un enfermo terminal que sustentan muy pocos jugadores (Kricho, como siempre; Banega y Vitolo, como casi siempre; Mariano, ayer por primera vez...; y poco más que llevarse a la boca). Que Monchi y Castro bajen al vestuario y pregunten qué pasa, porque Emery no lo ve, o no se entera. Está en otra onda. Gesticula y nadie atiende a sus órdenes. No transmite nada ni al vestuario, ni a la grada. Bueno, a la grada sí: la sensación de que vive en un mundo irreal, en una película imaginaria que gusta a muy pocos sevillistas. Mañana tal vez estas letras no tengan sentido. Mañana tal vez Emery lleve al Sevilla a ganar otra Europa League. Hoy, Emery está desconectado. Y su Sevilla, tan desconectado como él.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram