Minuto uno

Inoportuno y envenenado regalo de Reyes

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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Inoportuno y envenenado regalo de Reyes
- Joaquín Adorna (06/01/2016)
Se intuyó el día del sorteo de Copa y se está cumpliendo el pronóstico: demasiados derbis en tan corto espacio de tiempo. El derbi copero no quiso esperar, se nos plantó de lleno en el mágico día de Reyes, se olvidó de las circunstancias, de la inoportunidad del momento y se presenta dispuesto a devorar a quien no esté a la altura de tan magno acontecimiento. El partido como tal, hoy, está por encima de sus contendientes y llega cual regalo envenenado para ambos equipos. Al Betis le tiemblan las piernas en el Villamarín, sólo unos cuantos -Adán, Joaquín, Rubén, ¿Ceballos?... y pare usted de contar- soportan la presión de una afición cansada de dar -y pasar por caja- sin recibir nada a cambio; y el Sevilla es incapaz de ganar un partido, ni siquiera de dominarlo, lejos de Nervión.

El derbi también pone contra las cuerdas a los dos entrenadores. Por presupuesto y por la mayor calidad y profundidad del plantel, el doble partido juega a favor del matemático Unai Emery, quien rara vez pierde eliminatorias cuando la lógica le obliga a ganar.

Sin embargo, esa misma circunstancia da dos cartas a Pepe Mel: eliminar contra pronóstico al eterno rival recuperando crédito y prestigio, o caer dejando sensaciones con las que los béticos puedan sentirse orgullosos. Todo lo demás apunta a un incierto presente y futuro, y destapa esos temores que le hacen pensar a Mel que, si su equipo juega como ante el Eibar, el Sevilla le meterá más de cuatro. Pero no hay dos Betis iguales; ni el actual Sevilla huele a domicilio el miedo o las heridas sangrientas del rival; ni nos puede servir el Betis-Sevilla de Liga como referencia porque cada derbi tiene alma propia y espera nuevos héroes que hagan aún más grande este inoportuno, pero a la vez emocionante y maravilloso, envenenado derbi de Reyes.
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