Dos soluciones hay para este Betis. La primera, activar a Pepe Mel, implica cinco condicionantes. 1. Concederle lo que tantas veces ha pedido: un plantel de 22 y no de 30 para trabajar sin tanto futbolista ´amargao´. 2. Ficharle, al menos, un extremo zurdo rápido que mejore a Cejudo. 3. Recuperarle anímicamente. Ayudarle a salir de ese derrotismo victimista en el que se ha instalado y que tan mal le queda. 4. Exigirle en su trabajo. Que se vea UN EQUIPO en el campo. 5. Bajar al vestuario y enviar a los jugadores un mensaje contundente: Mel es intocable.
El crédito ante la afición se lo tendrá que ganar él solito con victorias que hagan olvidar el irrespetuoso once del derbi copero. O todo lo anterior, o traer a un sustituto. Mejor probar la primera opción. La segunda es más cara y, otra vez, puede salir cruz.