Messi: preso en la cárcel de su 'Padre & CIA'

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
3 min lectura
Messi: preso en la cárcel de su 'Padre & CIA'
Se ha quedado sin margen de error. Una nueva sentencia condenatoria por otro fraude fiscal, por un error al volante, por un positivo en un control de alcoholemia, por cualquier traspiés del destino... puede llevar a la cárcel a quien es, hoy día, el mejor futbolista del mundo. Messi ha ejecutado fuera del campo la peor de sus jugadas: asesorarse mal. Seguramente él no ha tocado bola en el sucio juego con el que su ´Padre & CIA´, otra empresa recaudatoria que llegó a creerse más potente que la Agencia Tributaria, han defraudado a todos los españoles 4,1 millones de euros de los derechos de imagen de Leo en los años 2007, 2008 y 2009.

La condena de la Audiencia de Barcelona ha sido ejemplar, como deberían ser todas las que pesan sobre quienes meten la mano en el erario público. Messi y su padre han sido condenados a 21 meses de cárcel -7 meses por cada año- y a una multa de 2 millones de euros. No entra en prisión porque no llega a los dos años -así lo dispone nuestro Código Penal si no tiene antecedentes penales- y podrá recurrir la sentencia, pero el gran ´Dios´ del fútbol es hoy un ´Demonio´ castigado y fustigado por la opinión pública.
Muy desagradable, sin duda, pero la ley debe caer con fuerza sobre todo aquel que la incumpla. Messi y su padre, culpables activos o pasivos -nada les exime de la responsabilidad-, han caído en la ceguera que provocan los millones de euros. Sólo los expertos podrán valorar, alejados de mensajes populistas, si hay agravio comparativo respecto a otros casos en los que se han visto involucrados otros muchos deportistas (Nadal, Iker Casillas, Sergio Ramos...), porque cada cual tendrá su particular entramado societario buscando la misma finalidad: defraudar.

En nuestra querida España de justicia politizada, en un país en el que se perdió hace mucho la división de poderes, todo es posible. Sufrimos a cientos de políticos corruptos, los escándalos se acumulan en la Casa Real, pero un mínimo porcentaje de los presuntos culpables dan con sus huesos en la cárcel. Messi, y su padre, han dado en larguero. Lamentablemente por la cabeza del jugador estarán circulando estos días temores, en vez de mágicas triangulaciones. Duro, durísimo. No hay dioses intocables. La Ley ya no tiene un pase. Un nuevo regate en falso podría enviar a la cruda sombra al futbolista con más luces dentro de un campo.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram