Opinión

La 'Era Sampaoli'

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
4 min lectura
La 'Era Sampaoli'
Con crueldad. Sin merecer tan durísimo castigo. Recordando a la final perdida el pasado año ante el Barça. Tras remontar un resultado en contra y aguantar casi toda la prórroga con diez por la expulsión de Kolo. Perdió el Sevilla una oportunidad histórica ante un Madrid plagado de bajas al que tuteó y dominó muchas fases del partido, al que le quitó el balón y al que tuvo contra las cuerdas.

Hay un modelo muy diferente que arranca con derrota, pero hay un proyecto ilusionante que necesita tiempo. El Sevilla de Sampaoli está en ciernes. La idea es buena, gusta, y ayer quedó claro que los jugadores y el técnico morirán con ella o en el intento por plasmarla. El fútbol que pretende Sampaoli puede llegar a enamorar a la afición porque el Sevilla perdió ayer ante el Madrid como perdió hace dos años, pero hubo momentos en los que el todopoderoso conjunto merengue quedó reducido a pequeño, encerrado en su campo y buscando algún contragolpe mortal.

Muchas luces y, por supuesto, muchas sombras todavía. En la primera mitad, por ejemplo, la posesión pareció inútil, inservible. Facilitaba la labor defensiva del Madrid y complicaba la vida a Sergio Rico cuando los de Zidane presionaban en el momento oportuno. Sobre el concepto de mantener el esférico, parece evidente que un pelotazo a tiempo debe entenderse como un buen recurso en momentos de apuro que te permite, además, buscar una segunda jugada con la superioridad numérica creada en la zona ancha. Realmente, durante el primer acto Zidane hizo suyos los presuntos conceptos teóricos de Sampaoli.

El Madrid ahogaba al Sevilla en torno a su portero, pisaba todo el campo rival, robaba más balones con opciones de 'ver puerta' y se replegaba cuando el Sevilla superaba esa presión inicial, evitando los pases interiores. El Sevilla que busca Sampaoli necesita muchísima más velocidad en la transición del balón; muchísima más precisión en los pases, en los cambios de juego y en los controles; muchísimos más desmarques de los hombres que juegan por el interior; muchísimos más uno contra unos ganados, con la dificultad que entraña jugar de espaldas a un rival que defiende cómodamente; y muchísimos más pases interiores que permitan avanzar hasta la meta rival. Jugó con agresividad, eso sí, y lo hizo también con la paciencia necesaria para no descomponerse.

De los que ya estaban, lo bordaron Vitolo y Sergio Rico; Kolo acabó expulsado; y Konoplyanka perdió el esférico que permitió el golazo de Carvajal. De los nuevos, destacó el 'Mudo' Vázquez. Habló en el campo y tuvo la llave que desatascó al Sevilla. Lo hizo todo bien, salvo perder el balón en el córner sacado en corto ya en la prórroga y que acabó finalmente permitiendo el empate del Madrid. Marcó un golazo, regateó y se ofreció más que ningún otro para hacer de enlace entre la defensa y el ataque. No ha comenzado con título el nuevo proyecto. El amargo sabor de las dos últimas finales agosteñas se prolonga. Pero entre los datos negativos, una esperanza: un estilo de juego diferente con el que los sevillistas pueden disfrutar más y que puede marcar otra época gloriosa: la 'Era Sampaoli'.
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