Dos opciones para el futuro de Sampaoli

Tras perder la final ante el Madrid, el estilo de juego de Sampaoli salía reforzado en la encuesta realizada en ED: 70% de los votos a favor; 30% en contra. El primer envite ante el Barça acabó con derrota (0-2) y hoy viviremos el último capítulo de la segunda final de pretemporada, dos 'caramelos envenenados' para un proyecto completamente nuevo en el fondo y en las formas. De la ilusión, al debate. La apuesta por Sampaoli es valiente, arriesgada y, bajo mi punto de vista, acertada. Los proyectos duran, a veces, lo que tardan en llegar las derrotas. El de Víctor Sánchez del Amo en el Olympiakos, por ejemplo, ha durado 47 días (perdió la previa de la Champions ante el Hapoel Beer Sheva israelí). A Sampaoli, en cambio, se le tiene que dar tiempo. Primero porque ante el Madrid sólo errores puntuales evitaron un título que se acariciaba con las manos. Segundo porque el Sevilla ha afrontado estas dos finales ante los dos equipos más poderosos del mundo, que además tienen sus equipos hechos, mientras que Sampaoli trabaja con un plantel completamente renovado que necesita automatizar los movimientos que exige el nuevo estilo de fútbol de ataque.

Sampaoli es el contrapunto de Unai. A veces le sobra la verborrea argentina con la que apunta a lo innegociable, y eso enerva a los sevillistas más pragmáticos, pero realmente busca la gloria en su salto a Europa y sabe, como Emery, que la gloria sólo llega sin perder de vista el único y auténtico objetivo: ganar. Difiere, sin embargo, en las formas: quiere el balón como arma para hacer daño al rival. Si lo comparamos con Unai, es la otra cara de una misma moneda, pero debe armonizar sus elementos. Monchi le quita palabrería a la definición de su filosofía y, conectando mejor con el sentir de los aficionados, la definió en la 'Cadena SER', haciendo suya una frase de Sampaoli, con una simpleza aplastante: "Sólo existe un balón. El objetivo es tenerlo y, si lo perdemos, recuperarlo cuanto antes". Para lograrlo le ha firmado a un grupo de futbolistas talentosos y hambrientos que pueden regalar a los sevillistas muchas tardes de diversión€ ganando; muchas tardes en las que haya merecido la pena dejarlo todo para acudir al Sánchez Pizjuán a ver ´cosas diferentes´€ ganando. Yo espero mucho más que palabras encantadoras.

Hoy no es el día, pero espero un Sevilla realizando un fútbol lleno de verdad, intimidante, alejado de esa 'escuela sevillana'de la que hablaba Bilardo llena de regates y pases 'mentirosos'. Espero, además de buen trato del balón, intensidad, agresividad, vértigo, velocidad€ Si en todo eso está el 'amateurismo', Sampaoli triunfará en Nervión. Realmente hay dos opciones: puerta grande o enfermería. Estrepitoso fracaso o éxito absoluto. Intuyo, y lo escribo hoy cuando muchos apuntan a todo lo contrario, que logrará lo segundo.